domingo, 18 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD A TODOS Y TODAS


PRECIO DE LA FRATERNIDAD

Quieren misericordia?
Conviértanse a Hermano,
Conviértanse a Hermana.
Quieren paz?
Fraternicen los bienes.
Fraternicen las riquezas.
Quieren vida?
Respeten la Tierra.
Respeten la Biodiversidad.
Quieren amor?
Paguen el precio de la Justicia.
Para el jubileo eterno de la Misericordia,
Contra toda esperanza:
Espero el abrazo eterno
Entre misericordia y justicia.

Solo los misericordiosos alcanzarán misericordia


Pedro Casaldáliga

RELATO DE UNA EXPERIENCIA EN HAITI

En esta ocasión yo quiero compartir mi experiencia con la región del sur de Haití. El mes pasado organizamos un encuentro con varias parroquias de la zona y lo hicimos con el párroco de la parroquia de Chambellan los días 24 y 25 de Septiembre. Mientras íbamos de camino para el pueblo, que esta como a unas nueve horas en carro, yo estaba maravillada de los paisajes tan bonitos y tan verdes de la zona: los árboles frutales, las palmeras a lo largo de las playas, los cultivos de plátanos, arroz, maíz y caña de azúcar entre otros, el poder ver pescado fresco y ríos de aguas cristalinas me dejaban cada vez más asombrada, no porque no conociera algo parecido sino porque lo estaba viendo en Haití y no recuerdo cuántas veces repetí lo que me había dicho un joven Haitiano cuando llegue a este país (la belleza de Haití no está en su capital). Y yo lo constaté viendo cómo el sur se estaba convirtiendo en la despensa del país, con su agricultura que se iba desarrollando poco a poco, la región que más estaba progresando, tanto así que la gente estaba muy contenta con los trabajos que estaban realizando. En las carreteras algunos decían que ahora ya se podía llegar a todos los pueblos sin grandes dificultades.

Ocho días más tarde toda esa situación de la región del sur ya había cambiado completamente, el paisaje era desolador, nada que ver con lo que ya había registrado en mis pupilas: los ríos de aguas cristalinas y el inmenso mar azul tenían otra imagen, los diferentes verdes de la naturaleza y de las bellas palmeras, todo había cambiado convirtiéndose en un paisaje desolador causado por las ráfagas de viento y el agua que trajo consigo el huracán Mateo. Todo quedo en tinieblas: los postes de la red eléctrica todos por tierra igual que los de las telecomunicaciones, puentes rotos, casas en ruinas, personas muertas, otras desaparecidas y muchos heridos, todos los cultivos se los llevó la fuerza del agua, también los animales. Ante toda esta situación tan caótica y las imágenes que continúan circulando a través de los medios de comunicación yo siento impotencia y una inmensa tristeza. Hasta ahora sigo intentando comunicarme con algunos de los jóvenes con los que estuvimos en contacto y no he podido hablar con todos.

Por otra parte, aquí en Haití estoy trabajando con los niños en una escuelita que está en un barrio bastante marginado de la zona, esta vez en Puerto Príncipe, el cual se creó después del terremoto.  Allí tengo la posibilidad de trabajar con niños que tienen diferentes tipos de minusvalías, unos con dificultades físicas, otros del habla y la mayoría psíquicas.

Cada día vamos intentando hacer con ellos algunas actividades en la medida de sus posibilidades, además yo hago también de representante de la directora, la hna. Gloria,  ella trabaja más tiempo en la otra sede que tiene el colegio en donde está la dirección.  Ahora con lo del huracán han resultado muchas familias afectadas y entre esas las de los profesores. Estamos haciendo con los niños una recogida de alimentos no perecederos y cosas de limpieza para colaborar con algo a las familias de los profesores. Ya sabemos que los niños no tienen mucho en sus casas ya que viven en un barrio muy pobre, pero al hacer que vean las necesidades de los otros, todos colaboran en la medida de lo posible. Esta es una de las muchas cosas hermosas de Haití.

LEYDI

¡¡¡YA CELEBRAMOS EL MERCADILLO SOLIDARIO DEL 2016!!!


Como siempre amigos muy contentas por el buen recibimiento que tenemos, la realidad colma con mucho nuestras expectativas. Hemos recogido en torno a 6.000 euros que aunque no llega a cubrir completamente las necesidades del proyecto, le da un empujón importante. 

Este año el dinero va destinado a Camboya, a la Casa Hogar de Estudiantes Madre de la Paz, allí un grupo de niñas tienen la posibilidad de estudiar secundaria en un ambiente familiar y seguro. El proyecto está pensado para 25 estudiantes con un coste de 50 euros al mes durante 10 meses por alumna. Y sigue abierto para aquellos que no pudierais acercaros y deseéis colaborar.

A parte del dinero recogido, el mercadillo es mucho más, es un momento de encuentro, de compartir experiencias, de conocer a gente que se acerca a la Compañía Misionera por primera vez y de encontrarnos con viejos amigos que cada año se pasan a colaborar con estos proyectos y pasar un ratillo con las hermanas y con nosotras las laicas.
 

Hoy a través del Puente Misionero queremos agradeceros vuestra generosidad de cada año y deciros de corazón: Gracias a todos y todas, pequeños y grandes por vuestra presencia.
 

¡ ¡ ¡ FELIZ  NAVIDAD !!!