martes, 11 de diciembre de 2007

Navidad para la Naturaleza

 
Hace apenas un mes que en el mundo se celebraba el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, una onomástica que además de denunciar los perjuicios humanos y naturales que ocasionan los conflictos armados y que perduran mucho tiempo después de haberse restablecido la paz, sirve también para concienciar a la población de la gravedad de los daños que el hombre ocasiona a la naturaleza.
 
Se acerca la Navidad, sinónimo de vida, nacimiento y creación, y tenemos que aprovechar estas fechas para reflexionar y entablar un diálogo con nuestro planeta. Hoy en día, la gente tiene poco tiempo para escuchar con tranquilidad a los demás; pero la Tierra sí porque es madre, y toda madre escucha con amor infinito a sus hijos, responde a sus preguntas y aclara sus dudas, alimentándolas y manteniendo sus vidas.
 
¡Qué sabrosos alimentos has fecundado, Madre Tierra, en tus entrañas y has producido después para nosotros, tus hijos! Por este motivo, es preciso que aprendamos a devolver a la naturaleza lo que le debemos, y para eso debemos saber escucharla. Con los oídos y el corazón abiertos, ansiosos de escuchar su voz, oímos:
 
“Pobre hijo mío del siglo XXI que te crees grande y poderoso porque dominas la técnica, y que incluso has llegado hasta la luna, mi satélite. ¡Pero si eres tan pequeño e indefenso como el que un día nació Belén de Judá, hijo de María y de José! Crees que lo sabes todo y no escuchas a nadie. Escucha primero a Dios que se hizo carne, se hizo niño. ¿Acaso vosotros no queréis salvarme y conservarme para vuestros hijos?”.
 
Escucha también a los “profetas” de hoy en día, sociólogos, geólogos, ecologistas y tantos otros profesionales que avisan de la importancia de cuidar el medio ambiente. Día tras día escuchas advertencias que te animan a no contaminar, a mimar el agua para que los pantanos no se queden bajo mínimos, sin ni siquiera reservas para consumo humano, que y que los hombres que sí me aman, la gente de campo, puedan dejar frescos y mullidos mis terrones secos.
 
Si todo esto hacéis germinará en mí el trigo, el vino y el aceite, os lo aseguro, permitiendo entonces paliar el hambre que padecen tantos y tantos hombres que me habitan. Oíd las voces de estos que gritan que también tienen hambre y sed de justicia. Ése es otro de vuestros grandes retos, trabajar para que tanto esta justicia como la técnica agraria, la calidad de vida y la prosperidad lleguen a las poblaciones rurales donde tantos jóvenes me abandonan. Y a estos jóvenes, que en los días navideños pasearán por las calles pletóricas de luces de colores, música y tentador comercio, decidles de mi parte que ellos ha de ser los que me hagan nueva, los que me salven.

Somos germen y camino

La hermana Celia
 Somos proceso y estamos siempre en proceso, como la semilla que cae en la tierra, que se transforma para dar nueva vida. Somos camino y estamos siempre en camino. Somos también pausa y ritmo, oscuridad, silencio, germen y ciclo, algo que nace y muere para transformarse en una vida nueva.

La Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús ha sufrido en las últimas semanas la pérdida de tres hermanas, Celia, Manuela y Soledad, que han marchado de este mundo dejando tras de sí una enorme labor. Las tres, desde su renuncia a todo, han sabido entregar sus vidas a Dios a través de la misión, donde han permanecido al servicio de los pobres y más necesitados. Desde allí, cada una de ellas ha contribuido a su manera a poner su granito de arena en la construcción del Reino de Dios.

UNA MISION IMPARABLE
La hermana Celia empezó su camino misionero en 1965, año en que partió hacia El Congo. Allí permaneció, al lado de los más necesitados, durante 17 años, ya que en 1982 se vio obligada a regresar a España aquejada de esclerosis múltiple. Esta dura enfermedad no le impidió seguir desarrollando su gran vocación de misionera, ya que quiso continuar trabajando por ella en compañía de los otros enfermos residentes del Centro de Esclerosis Múltiple de la Comunidad de Madrid, ya que estaba convencida de que «una misionera no se retira jamás».

Al tomar la decisión de dejar la casa de la Compañía Misionera, Celia dejó a las hermanas una carta explicando los motivos por los que se marchaba a convivir con otros enfermos. Nuestra hermana Celia veía en su enfermedad un regalo que al final de sus días le enseñó a ver las cosas desde otra perspectiva, y así nos lo hacía saber al describirnos su experiencia y su día a día en la residencia. Una vez allí, al principio podía llevar una vida normal, aunque poco a poco fue necesitando la ayuda de un bastón primero y, luego, de dos. Finalmente, tuvo que aprender a moverse en silla de ruedas cuando ya casi estaba nula, hasta que se convirtió en una ayuda imprescindible. «Actualmente necesito ayuda para todo, aunque de momento, no sé hasta cuándo, puedo todavía comer sola», nos explicaba a través de las cartas suyas que recibimos.

«Mi experiencia es que esta enfermedad ha sido el mejor regalo de mi vida, porque me ha hecho colgarme de la mano de Dios. Y sigo colgada. Creo que es la razón por la que puedo compartir con vosotras esta valoración de mi enfermedad. Es cierto que hay muchas cosas que he dejado de hacer, no he podido moverme ni ir a muchos sitios..., pero podéis creerme, todo eso me parece muy chiquito comparado con la vivencia del Señor al que siento tan cerca día y noche. Nada me falta para ser feliz».

Dios no la soltó de su mano. Hace siete meses fue operada de cáncer de tiroides, perdió su voz y su capacidad para comunicarse, todo lo que tenía. Y solamente siguió cogida de la mano de Dios.

SOLEDAD y Mª JESÚS
Después de la muerte de Manuela, misionera en India que falleció hace unos meses en un trágico accidente de tráfico, dos de nuestras hermanas de España partieron hacia ese país, Ana María Tarinas y Soledad Rubio. No hacía mucho tiempo que ésta última había llegado a España para retirarse tras 40 años en India. Esta decisión fue muy dura para ella, pues siempre había querido morir en la misión. Sin embargo, dadas ya sus limitaciones, decidió no convertirse en una carga para las hermanas de allí.

La hermana Soledad
Con el vacío que dejó Manuela en la misión de India, Soledad tuvo que partir de nuevo hacia allí, donde, paradójicamente, acabó perdiendo la vida. Es como si Dios la hubiese llevado a morir donde ella siempre deseó.

Soledad era una persona con muchas cualidades humanas, coherente con su vocación, con capacidad de hacer lo que fuese. Fue por muchos años ayudante en el departamento médico de la Leprosería de Surat (India), al tiempo que se encargaba por periodos de la administración general de la Compañía. Se podía contar con Soledad para cualquier tipo de trabajo, pero lo que más ha impactado de su vida es el cariño que tuvo a los enfermos, a los que siempre quiso y con los que quiso compartir sus últimos días.

Por otro lado, recientemente hemos conocido también el fallecimiento en Lima de la hermana Mª Jesús, una persona sencilla, cercana, abierta a lo nuevo y entregada a los demás que se pasó toda su vida misionera de cocinera en la misión del Nivea. Esta hermana, un verdadero lazo de unión entre todas las demás, no dejó nunca de estar con la gente, siempre con una sonrisa en los labios. Al morir dijo lo mucho que quería a todas las hermanas y que se sentía muy querida por todas ellas. Una de ellas, la que la cuidó durante los últimos momentos, recalca que la vida de Mª Jesús le ha enseñado lo que es ser misionera de la Compañía.
La hermana María Jesús

Al contemplar a las hermanas Manuela, Celia, Soledad y Mª Jesús, que han sabido dar todo por el Reino, nos preguntamos cuál es el sentido de la vida para nosotros. La vida es un don de Dios, una preparación para la eternidad. La vida no se puede entender como algo individual o independiente de los otros. Es más, la capacidad de vivirla plenamente es optar e interesarse por los que son mayoría en la humanidad, es decir, por “los desheredados de la tierra”, personas necesitadas a todos los niveles. Esta opción por la vida nos dará la capacidad para ser felices, saber vivirla en plenitud y saber entregarla como germen de vida nueva.

Ésta ha sido la trayectoria de estas hermanas que han sabido vivir su vida en entrega a Dios y a los hermanos, pasando por sus luces y sombras en ese camino hacia el Padre Dios.

Carta de la hermana Celia

Queridísimas hermanas:
Cuando he empezado a escribir esta carta tenía un poco de miedo de no saber expresar bien los motivos que me han llevado a tomar la decisión, aparentemente incomprensible, de irme a vivir a esta residencia que se acaba de abrir para los enfermos de esclerosis múltiple. De pronto me ha venido a la memoria una idea luminosa, y le ha dicho al Señor “Hazlo Tú”, y llena de confianza me pongo al ordenador y comienzo.

A mis veintitantos años durante unos ejercicios cuando no tenía ni asomos de vocación oí esta frase: “ la vida solo sirve para darla.” A los pocos meses entraba en la Compañía. Aquella frase, que se me había grabado en el alma, sigue muy viva hoy.

Estos días copiando los ejercicios espirituales del P. Carrasquilla, me encontré una idea que también se me ha quedado grabada: ”Para revelar a Dios, Cristo se nos mete en la vida, se hace un hombre como nosotros”; se hace uno de tantos.

También estos días, y estoy convencida, no por casualidad, he vuelto a escuchar esta frase: “una misionera no se jubila jamás”. ¿Por qué me vino a la memoria esta historia? No lo se.

Pero son estas tres ideas que os he dicho al principio, las que me han convencido, sin una sombra de duda, de que a mis 71 años sigo siendo misionera de la Compañía en activo, con deseos de anunciar al Señor, desde mi situación privilegiada de minusválida, circunstancia que Carta de la hermana Celia me posibilita el ser, como Jesús “ uno de tantos” entre aquellos enfermos.

Y como la vida solo sirve para darla pues pienso, después de las vivencias que os he contado, que el Señor me pide que dé la mía, compartiéndola y siendo uno de tantos entre los enfermos que viven en esta residencia.

Y termino diciendo a todas cuanto os quiero. Agradezco todo lo que me habéis ayudado siempre con vuestra paciencia, cariño, comprensión. No me olvidéis en vuestras oraciones, porque el espíritu está pronto pero la carne es flaca.
Celia

Ideas para el perfil del laico/a de la Compañía Misionera

  • Tomar claro la opción de trabajar por los más pobres y necesitados dentro del campo o frente que se está desempeñando ya sea en la familia, profesión, grupos y demás.
  • Por medio de las hermanas conocer el carisma de la Compañía Misionera y los campos de trabajo donde ellas realizan y viven su vocación misionera.
  • Sentir el compromiso misionero de extender el Reino de Dios en la tierra que es la liberación del hombre su obra maestra.
  • Entregar parte se su tiempo en formación de grupo ó individual para tener una proyección más eficaz y eficiente en el trabajo misionero.
  • Fomentar actividades espirituales y materiales en beneficio de nuestra propia vocación, implicando en ello a otras personas que sienten el deseo de compartir algo con los demás.
Margarita María Arroyave
Misionera laica de la Compañía en Colombia

Feliz Navidad

Y Dios vio que los seres humanos
amaban la totalidad de la creación,
las estrellas, y el sol, el día y la noche,
la tierra y el agua, y a todos los humanos.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”.

Y fue el tercer día del planeta de la
felicidad.
Y Dios vio que los seres humanos

eliminaban el hambre,
la enfermedad, la ignorancia, y
el sufrimiento en toda la tierra,
proporcionando a cada persona humana

una vida decente consciente y feliz,
controlando la avidez, la fuerza y la
riqueza
de unos pocos.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”.

Y fue el cuarto día del planeta de la
justicia.

Robert Muller

jueves, 20 de septiembre de 2007

Creo en la esperanza

“Nos creaste, Señor, para Ti…”, escribía San Agustín y, hasta que no “entronicemos” a Dios en nuestro corazón, no encontraremos descanso, ni plenitud, ni satisfacción.

Estaremos ansiosos buscando cómo ser dichosos y felices sin caer en la cuenta de que la consecución de cosas materiales no llena el alma porque, como decía Santa Teresa, “Sólo Dios basta. El que a Dios tiene nada le falta”. ¿De veras lo creemos?. ¿Por qué, pues, estamos inquietos y agitados incluso durante las vacaciones en que deberíamos estar más sosegados y tranquilos disfrutando de la diversidad de paisajes que nos ofrece la Naturaleza y dando gracias a Dios por tanta belleza creada y por la oportunidad de vivir más sosegadamente aunque solo sea por unos días.

Vivimos tiempos en que lo tenemos más de lo que necesitamos para ser felices ¿Qué falla pues? Sería bueno que al comenzar un nuevo curso reflexionáramos y pusiéramos en orden nuestras prioridades. Echemos una mirada alrededor, al mundo que nos rodea: ¡Cuántas penas y tristezas! ¡Cuánto sufrimiento: Catástrofes naturales, guerras, ambiciones nunca satisfechas, enemistades…! Cuánta soledad en el corazón de algunas personas: ancianos, niños, enfermos, presos, inmigrantes…..Cierto que “la vida entera es un ejercicio de soledad” ya que “la muerte es soledad extrema y la vida es muerte creciente”. Pero hoy día, todos tenemos muy oída la palabra solidaridad. ¿La practicamos de verdad o por el contrario pronunciamos la palabra y permanecemos aislados en la funda-envoltorio de nuestra propia piel ignorando las necesidades, a veces vitales, de nuestros semejantes?

Cuántas escenas de la vida cotidiana nos dicen que personas que viven juntas no están unidas ni se sienten cercanas; de hecho están muy distantes pero hay que guardar las apariencias delante de los hijos, compañeros de trabajo, vecinos…

LA SOLEDAD, esa película que se proyecta estos días en una sala de Madrid nos hace un vivo retrato de cómo se vive en algunas familias de nuestra sociedad. Cada persona preocupada con sus problemas (lo cual es muy legítimo) y a la vez, víctima de los mismos, pero, no es menos cierto que la amistad, el calor humano, la atención y ayuda que podemos ofrecer a la otra persona puede resultar un aceite eficaz que suavice el engranaje de esta vida, a veces muy oxidado, ayudando a remontar momentos difíciles y mirar al futuro con esperanza. Y la esperanza implica FE. Una fe que hay que revitalizar cada día en nuestra sociedad actual.

Por otra parte, la soledad que a veces sentimos, es un ingrediente inherente a la naturaleza humana y, bien canalizada, lejos de atenazar o demoler, puede ser creativa; inspira, une y ayuda a interiorizar y descubrir maravillas a nuestro alrededor.

Con el nuevo curso, vamos a comenzar de nuevo: con ilusión, con amor, con la certeza de que Dios, aun cuando lo ignoremos, está en el centro de nuestras vidas porque “ en El nos movemos, somos y existimos”.

Esforcémonos pro ver los signos de felicidad y esperanza que hay en la vida. El hombre es signo de esperanza en el mundo de hoy.

Lo que hicisteis por uno de estos...

La FUNDACION MARI CARMEN nació del deseo de los padres de Mari Carmen Cobo Arévalo de que su memoria estuviera presente en el corazón de Africa, específicamente en la República Democrática del Congo.

Mari Carmen falleció el 4 de octubre de 2004. Joven, generosa, solidaria, cristiana comprometida, era amiga de varias de las hermanas de la Compañía Misionera y apoyaba muchos de sus proyectos. Sus padres quisieron continuar su obra y el resultado ha sido una fundación en la República Democrática del Congo, que facilitara a las personas pobres y necesitadas el acceder a los medios necesarios para poder estudiar.

La fundación nació en septiembre del 2005 y al empezar el curso 2007-2008 la ayuda llega a 22 estudiantes universitarios, 9 de escuela secundaria y 8 de primaria. En abril de 2006 los padres de Mari Carmen, y dos de sus sobrinas, visitaron el Congo y fueron acogidos con gran alegría por los alumnos y sus familias. Fue un compartir sencillo y profundo que sigue vivo en la memoria de todos. Ellos nos comparten su experiencia.

Españoles en Kinshasa

He tenido la suerte de poder viajar a la República Democrática del Congo en compañía de Flamy, mi marido y dos sobrinas, Crucita y Paloma. El motivo real del viaje era doloroso por las circunstancias que nos llevaban: vivir más de cerca la miseria que hay allí y conocer los integrantes de una fundación a nombre de nuestra querida y única hija Mari Carmen, muerta en accidente. Ella fue la primera en darse cuenta que allí se necesitaba ayuda para la formación de las nuevas generaciones, que es el instrumento que puede hacer que el país mejore las condiciones de vida de sus habitantes y empezó ayudando en lo que ella económicamente podía.

Nosotros fuimos a vivir a la casa de las Misioneras que amablemente nos ofrecieron. Allí vivimos unas experiencias extraordinarias con ellas. Carolin, a la que consideramos nuestra hija india, Mercedes, las junioras y las jóvenes nativas de la casa de formación a las cuales tomamos mucho cariño, correspondido por ellas. Las nativas no entendían nuestro idioma, ni nosotras el suyo, pero conectamos bien a través del Amor fraterno que allana todas las dificultades.

Visitamos la ciudad de Kinshasa y comprobamos en situ la gran pobreza de allí, pues los salarios son de miseria. Pero lo que más nos impactó fue ver esos ojos de sus habitantes que transmitían vida, ilusión, alegría y agradecimiento a la poca ayuda que se les da para paliar un mínimamente su pobreza. Ellos comen una vez al día y eso el día que pueden hacerlo. Otro aspecto que nos impresionó fue su religiosidad, tienen misas de hasta cuatro horas (un buen ejemplo para los que nos llamamos cristianos en Europa).

Pero para nosotros el cúlmen de nuestra satisfacción fue cuando vinieron todas las familias de la asociación a conocernos y estar en nuestra compañía una tarde, llorando en ocasiones con nosotros, dándonos todo el cariño y agradecimiento hacia nuestra hija Mari Carmen; ella seguirá, si Dios quiere y a través de nosotros y las misioneras, ayudándoles en lo que nos sea posible.

Allí disfrutamos de sus costumbres y folclore participando, yo sobre todo, de sus bailes y tocando el tantán con las jóvenes nativas de la casa. Celebramos nuestro cuarenta aniversario de bodas; el capellán de las hermanas ofició la misa por nosotros y nuestra hija y en la homilía nos obsequió con unas palabras en español que nos emocionaron. Por la noche siguieron los obsequios. Las jóvenes nos representaron un teatro que aunque era en su idioma lo llegamos a entender y lo pasamos bien. Allí vi reír por primera vez a mi marido después de la muerte de nuestra hija.

Tuvimos ocasión de visitar una maternidad a la que ayudaba con gran abnegación y cariño la hermana Carmen, Franciscana, que a sus ochenta años tenía una actividad envidiable. Y el centro de minusválidos que ellos mismos se financian con su trabajo en un restaurante que han hecho con la ayuda de las hermanas de la Compañía Misionera y donde ahora trabaja Rosario Morera.

Para nosotros los días pasados allí marcan un antes y un después en nuestras vidas, viniendo mucho más reconfortados de nuestro dolor. En conclusión, allí nos dimos cuenta que no podemos vvivir en Europa como si fuéramos el centro del universo. Nuestra sociedad está en muchos sentidos envejecida y desilusionada, no podemos estar mirando hacia otro lado mientras en otros sitios del planeta mueren de hambre. Aquí tiene sentido lo que rezamos en le Padrenuestro “danos hoy nuestro pan de cada día”.

Tenemos que estar atentos a aquellas culturas e implicarnos en su desarrollo, seguro que ellos pueden ayudarnos a recuperar la ilusión de nuestra mirada y la esperanza en el futuro. 
Mari Carmen Arévalo

Signos de Esperanza

Queridos Papás Flamy y Mamá Mari Carmen:
El amor que brota de vuestro corazón os ha dado una multitud de hijos e hijas. Somos los hijos que el Señor os ha dado porque habéis amado mucho. No se como agradeceros la beca para estudios que nos dais a fin de que el día de mañana seamos hombres y mujeres dignos, como el Señor quiere vernos, y útiles a la sociedad, porque hemos sido creados para vivir felices sobre la tierra. Y vosotros hacéis posible la realización de este deseo de Dios. El os dará el ciento por uno porque dice que lo que hagamos a uno de sus pequeños a El se lo hacemos. Alegraos porque ayudándonos a nosotros es al mismo Jesús a quien ayudáis. Vuestra ayuda ha sido verdaderamente providencial para mi familia y para tantas otras. Doy gracias al Señor por el amor que pone en los corazones de los hombres de toda lengua, pueblo y nación, a través de ellos comprendemos que es verdad que todos somos hermanos sin distinción de raza. Una vez más GRACIAS.

Micha (estudiante en la Universidad de Kinshasa)

Mary D’Penha y Mª Amparo Zaragoza visitan las comunidades de la R.D. de Congo

Durante su estancia en África pudieron conocer más la realidad de lo que vive el pueblo.
El Congo es un país rico pero al mismo tiempo olvidado, no de los que saquean sus riquezas y se aprovechan de sus minas. El Coltán conocido como el oro gris, por ser ese su color al ser extraído, es un mineral fundamental para la construcción y mantenimiento de centrales nucleares y para fabricar proyectiles perforantes y misiles de largo alcance. También es imprescindible para la industria de los videojuegos y, por supuesto, para los teléfonos móviles de tercera generación, para los que se destina el 60% de la producción mundial. El Gobierno de EE UU, a través del Pentágono, lo ha declarado materia prima estratégica.
A pesar del saqueo constante de esta y otras riquezas, África nos sigue dando vida.
Myriam es un símbolo de las cosas pequeñas que se pueden hacer para cambiar la historia de los pueblos, hizo sus votos perpetuos entregándose a la labor misionera de la Iglesia en la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús después de 10 años de formación, celebrando con todo esplendor de colorido, música, bailes y gritos como se suele celebrar allí compartiendo con familiares, amigos, hermanas y pueblo lo que tienen.

Misión Compartida


Saludos de nuevo a todos/as.

Después de la esperada y merecida pausa veraniega, aquí estamos con energías renovadas intentando compartir en estas pocas líneas algo de la tarea que tenemos entre manos, que no es ni mas ni menos que la de abrirnos a una nueva realidad social y eclesial que nos ayude a trabajar en la construcción del Reino, desde diversas opciones de vida, pero unidos/as fraternalmente como Pueblo de Dios.
Poco a poco nos vamos organizando y el proyecto va tomando forma. Se han creado tres áreas de trabajo que funcionan de forma independiente profundizando en algunos de los aspectos que nos parecen fundamentales: LA FORMACIÓN, LA ESPIRITUALIDAD y LA ACCIÓN. Cada mes nos reunimos todas la áreas para poner en común lo trabajado y tomar los acuerdos necesarios para seguir avanzando.
Los proyectos son muchos y esperamos ir poniéndolos en marcha en el momento oportuno.
Realizamos también regularmente unos encuentros generales abiertos a todos/as, en donde se comparte el trabajo realizado y que nos ayudan a conocernos un poco mas.
Los próximos encuentros serán: 20 de octubre y 1 de diciembre, a las 17 horas en la casa de las Hermanas (C/Estocolmo nº 9 ). Os invitamos a participar.
Los niños tienen en estos encuentros un espacio propio con el nombre de “Infancia Misionera”, en el que comparten y se ponen en contacto de una forma divertida con realidades muy diferentes a las suyas.
De momento, nada mas. Buen inicio de curso para todos/as y que el espíritu siga renovando y acompañando este proyecto.
El Grupo

martes, 10 de abril de 2007

¡ Pascua !



Después del invierno sentimos el gozo del renacer de la vida en la naturaleza que nos rodea. Junto a las hojas de los árboles que cayeron, también cayeron las hojas del almanaque de nuestra pequeña historia y de nuevo nos encontramos en PASCUA. ¿A quien buscáis? ¡No está aquí! Sepulcro vacío, estupor, desconcierto, y luego gozo y alegría compartida entre amigos. ¡Está vivo! ¡Ha resucitado!
Nosotros necesitamos escuchar noticias de vida, sin embargo nuestros ojos y oídos perciben gritos doloridos, muerte, muerte, muerte.
Y parecería que este mundo estuviera abocado al fracaso. Muere la naturaleza, la estamos matando dicen los expertos del medio ambiente; se extinguen especies de animales, nos dicen también.
Y cada día se rompen más vidas humanas: mujeres jóvenes y menos jóvenes rotas por las manos criminales de hombres posesivos. Y en el asfalto de la carretera quedan sin vida jóvenes ávidos de libertad.
Se rompe también la vida de tantos niños… víctimas del egoísmo y la falta de solidaridad. Pero existe otra lucha… la vida contra la muerte desde el día en que Cristo la venció.
El ha dicho, “Yo soy la vida” la dio libremente por la vida del mundo. Por eso percibimos también signos que son semillas de vida, de esperanza e ilusión en los que luchan por conseguir un mundo mejor. Y este mundo cambiará si cada uno de nosotros cambia.
Estas semillas están en las manos de todos los que viven los valores universales de igualdad, solidaridad, justicia, amor, verdad… y los que con su vida trabajan para hacer un mundo mejor. Formando parte en esta utopía están Gomi, Paqui, Carmen, y Pati, viviendo con su entrega total y generosa fuera de sus propios países, la fraternidad universal. Así como el grupo de laicos de la Compañía Misionera que también participa con su entrega en el trabajo y vida familiar. y en hombres y mujeres que se agrupan en ayuda de inmigrantes , discapacitados, disminuidos, marginados …
Todas estas semillas florecerán y estarán ya dando fruto de solidaridad, salud, justicia y fraternidad. Porque El dijo “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.
Josefina Nieto

Para Dios y por Dios


“No hay vida religiosa sin consagración a Dios. El religioso, la religiosa, son consagrados para Dios y por Dios.

Son consagrados para Dios, es decir, se entregan al cultivo de la experiencia del Dios descubierto en los hermanos y presente en el dinamismo de la esperanza que busca liberación de las opresiones de todo orden.

Esta consagración implica reservarse para Dios sin restricción alguna: ya no quieren pertenecerse a si mismos, sino a Dios y a los demás; desean ponerse al servicio del designio de Dios en este mundo. No es abandono ni aislamiento ni huida del mundo, sino sumergirse en el mundo hasta encontrar en él a Dios. A este Único y Necesario es al que se entregan y consagran.

Pero el religioso, la religiosa, son además consagrados por Dios. Dios llama a las personas y las consagra para una misión en el mundo. Dios las saca del mundo para atraerlas más radicalmente al interior del mundo, con la misión de representarlo, servirlo en los demás y ayudar a construir su reino. Es el carisma religioso, que significa ser consagrado por Dios para la causa de Dios, que se identifica con la causa del ser humano.”

(Leonardo Boff en “Vida según el Espíritu”)






Después de muchos años de preparación y de experiencia en misiones, Patricia Blasco, Carmen Cardoza y Gomi Gamit han hecho realidad esta consagración definitiva a Dios y por Dios, pronunciando sus votos perpetuos, las dos primeras en Perú y la tercera en India. Fieles a su vocación misionera no se han quedado en sus países de origen sino que están en activo en otras misiones.


Patricia Blasco es peruana y desde hace cuatro años es misionera en el Tchad.

Carmen Cardoza, es también peruana, y su misión es en Camboya.

Gomi Gamit es india y ha sido destinada a la misión de Camboya donde se ha incorporado recientemente.

Damos gracias a Dios por haber escogido y enviado a estas tres hermanas y le pedimos que les de siempre su gracia para vivir plenamente su consagración a El y a la construcción del Reino.

Ana María Tarinas

Educar a una mujer es educar a un pueblo



La primera vez que escuché este refrán o dicho, fue en África, en la República del Congo, donde he vivido los últimos 13 años.
Me di cuenta de que este refrán expresaba una verdad y un desafío: la mujer, en toda sociedad africana es como un pilar, ella es la que lleva el peso de la familia y de los hijos, ya sea en lo económico como en lo educacional. Sobre ella recae la responsabilidad de la buena marcha de la familia, del clan, del pueblo y por consiguiente de la sociedad.
Según esto y después de haber visto el país completamente destruido por tres guerras civiles sucesivas, comprendí la urgencia de INVERTIR EN LAS PERSONAS, concretamente vi la necesidad de formar a la mujer para que fuera ella la protagonista de su propio crecimiento y desarrollo. Comprendí también que, lo que se invierte en la educación y formación de la persona es lo que permanece, lo que ninguna guerra ni situación, por muy dolorosas que sean, podrán arrebatarles, porque la educación llega a formar parte del propio ser de la persona y eso sólo desaparece con la muerte.
Fue así como en mi tarea misionera, uno de mis objetivos se centró en ayudar a la mujer africana, en formarla, puesto que es sobre ella que recae la responsabilidad de educar a su pueblo. Con este fin, creamos con algunos amigos de España, un "Grupo Solidario" que durante años lleva financiando becas de estudios para formar enfermeras, maestras, peritos agrónomos, periodistas, administrativos. Hoy, yo estoy en España, preparándome para ir a una nueva misión, mientras que ellas, siguen allí en la brecha, trabajando por su pueblo.
En mi tarea misionera, otra de mis preocupaciones han sido los niños y jóvenes ya que son ellos los que están llamados a ser el futuro de la sociedad del mañana. Por ello, INVERTIR EN SU EDUCACION siempre me pareció de una gran necesidad y urgencia a las que hemos intentado ir respondiendo. Pusimos en marcha un proyecto educativo en un barrio muy pobre de la periferia de Brazzaville, donde se acogen niños de entre 4 y 12 años, que están recibiendo hoy una educación integral que les permitirá mejorar su calidad de vida y responder a los desafíos que su propio pueblo les presentará.

INVERTIR EN LAS PERSONAS, en su educación y formación a todos los niveles, ha sido para mi el medio más seguro y fiable de colaborar al desarrollo humano sostenible del pueblo africano y de aportar mi granito de arena en esa apasionante tarea de ayudarles a ser ellos mismos y a crecer en su propia dignidad.
Esta es mi experiencia que hoy he querido compartir con todos pensando que quizás le sirva a alguien escuchar como nos las arreglamos los misioneros para, DESDE NUESTRA FE, y junto a otros hermanos, CAMBIAR LA SITUACION EN LA QUE NOS ENCONTRAMOS Y HACER QUE EL MUNDO SEA UN POCO MEJOR PARA TODOS
Paqui Picón

En Camino


Estrenamos esta nueva sección con fuerza y muchas ganas. Si estás vinculado a la Compañía Misionera, seguro que algo de nuestro trabajo ya conoces.

¿Quienes somos? ¿Qué hacemos? Qué queremos..”

Somos un grupo de laicos unidos a la Compañía Misionera, nos reunimos un sábado al mes en casa de las hermanas. ¿Nuestro Objetivo? Compartir un compromiso, un proyecto común donde cada uno desde su identidad y opción de vida pueda seguir con fidelidad su compromiso misionero.

Los tiempos están cambiando, la presencia de los laicos en la Iglesia es hoy más que nunca signo de fe y esperanza.

El compartir nos ayuda nos une y enriquece a todos.

Nos sentimos llamados a trabajar juntamente con las hermanas con un mismo carisma, en una misma forma de hacer, que nace de la experiencia del amor de Dios y quiere llegar allí donde más se necesita. Devolviendo a la persona la dignidad que como hijo de Dios le pertenece.

Y ahí estamos, avanzando en esa labor que esperamos sea la respuesta a una llamada interior y convencidos como decía M. Pilar Navarro, fundadora de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús que “Cuando Dios lo quiere”… Sus proyectos se hacen realidad.

El grupo