domingo, 14 de diciembre de 2014

NAVIDAD

Sube a nacer conmigo,
dice el poeta Neruda.
Baja a nacer conmigo,
dice el Dios de Jesús.
Hay que nacer de nuevo,
hermanos Nicodemos
y hay que nacer subiendo desde abajo.

De esperanza en esperanza,
de pesebre en pesebre,
todavía hay Navidad.
Desconcertados por el viento del desierto
que no sabemos de donde viene
ni adonde va.
Encharcados en sangre y en codicia,
prohibidos de vivir
con dignidad,
sólo este Niño puede salvarnos.

De esperanza en esperanza,
de pesebre en pesebre,
de Navidad en Navidad.
Siempre de noche
naciendo de nuevo,
Nicodemos.

“Desde las periferias existenciales;”
con la fe de María
y los silencios de José
y todo el Misterio del Niño,
hay Navidad.

Con los pobres de la tierra,
confesamos
que Él nos ha amado hasta el extremo
de entregarnos su propio Hijo,
hecho Dios venido a menos,
en una Kenosis total.
Y es Navidad.
Y es Tiempo Nuevo.

Y la consigna es
que todo es Gracia,
todo es Pascua,
todo es Reino.

Pedro Casaldáliga

Una vida fecunda

La vida de la Virgen María fue fecunda, nos dio a Jesús, el primogénito, el Dios-con-nosotros. Pero no es ninguna reflexión sobre María que vamos a compartir, sino que a la luz de la Navidad, quisiéramos recordar a Yansuk, una mujer que también supo hacer su vida fecunda y que además con sencillez se hizo una de tantas.

Vamos a hablar de Yansuk, una amiga coreana nuestra que en mayo de este año, después de haber dejado unos meses antes de luchar contra el cáncer, pasó al descanso de la vida eterna. 

Capilla de las hermanas en Poipet.
La historia se remonta a unos años atrás, cuando la conocimos... Llevábamos escasamente 3 meses en Poipet cuando el Padre Indon de Corea del Sur, vino a visitarnos con un par de amigas coordinadoras de Sopra, una ONG; ellas se llamaban Guesun y Yansuk, era marzo del año 2006. Yansuk de 38 años, enfermera de profesión, que estaba de voluntaria con unas monjas budistas coreanas en Camboya, inmediatamente se quedó encantada con la nueva misión y se ofreció a venir y acampar con nosotras. Y así fue, en julio de ese año ya la teníamos con nosotras.

Se quedó a vivir en un cuarto de alquiler muy cerca de nuestra pequeña casa, ella trabajaba con nosotras, por la mañana íbamos a los pueblos con una clínica móvil que teníamos, cada día era un pueblo diferente, desde el principio, llamó la atención la dedicación y cariño con que trataba a la gente pobre y enferma. Para ella la persona delante de ella era lo fundamental, nunca se quedó tranquila ante casos especiales, buscaba salida para todos. Ella comía con la comunidad en nuestra casa y por la tarde preparábamos la medicina del día siguiente. Yansuk disfrutaba de todo y desde el principio se implicó en todo el quehacer de la comunidad; así poco a poco creció nuestra amistad, se quedó con nosotras un poco más de 8 meses.

Yansuk vino a Camboya la primera vez como voluntaria por 1 año, pero su sensibilidad por los pobres y el amor que llenaba su corazón hicieron que no pudiera vivir feliz en Corea nunca más. Después de un tiempo de vuelta en su trabajo, empezó a hacer todas las gestiones para regresar y habitar por siempre en Camboya. Sin embargo, la detección de un cáncer de mama retrasó su vuelta al lugar de sus sueños.

Cuando al fin pudo regresar a Camboya, se quedó el Phnom Penh, la capital. Ahí se dedicó los primeros meses a estudiar la lengua Khmer en la Universidad y después a vivir en unos cuartuchos con las mujeres obreras de las factorías textiles donde son explotadas. Ahí Yansuk vivía con ellas en condiciones muy precarias. Llegó a decirnos que no hacía otra cosa más que estar con ellas: “espero a que lleguen de trabajar, cocinamos, comemos juntas, conversamos, nos reímos” Se hizo una con ellas.

Después de un tiempo el cáncer volvió al ataque y Yansuk tuvo que regresar a Corea y someterse a dosis de quimioterapia que la fueron debilitando cada vez más. En cuanto estaba un poco mejor venía a Camboya, nos visitaba, se ponía contenta y nunca perdía su alegre sonrisa. Sin ser creyente, tenía muy buenos amigos sacerdotes y monjas.

El año pasado, en agosto vino a Camboya. Había decidido no someterse más al tratamiento de la quimioterapia, y los doctores le habían informado de lo que eso significaba, pero ella sabía lo que quería: “los efectos de la quimio no me permiten vivir hermana, llevo años así, eso no es vida, no más... ahora sí vivo, quiero estar en Camboya y vivir la vida que me queda con alegría” - eso nos dijo sentada en la sala de comunidad de nuestra casa, se quedó con nosotras un poco más de un mes. Sabiendo que Carmen, la hermana encargada del campo de salud, se iba de vacaciones a Perú y que este campo y las visitas a los enfermos en la cárcel se quedaban al aire se ofreció y regresó a Poipet para estar durante su ausencia a cargo de esas responsabilidades. Sin embargo, el cáncer implacable no le dejó cumplir su deseo, antes de que Carmen regresara a Poipet, en febrero, tuvo que salir para Corea porque se encontraba delicada de salud. Del aeropuerto fue directa a hospitalizarse al hospital donde murió meses después.

En mayo de este año, un par de semanas antes de su muerte, tres hermanas de Poipet fuimos a Corea pues teníamos el viaje programado de hacía tiempo atrás. Visitamos a Yansuk en el hospital. Se le veía muy enferma, pero estaba consciente y muy bien cuidada, siempre sonriendo, transmitiendo alegría, confianza y cariño. Preguntó por todas las hermanas y la gente de Poipet. Impresionaba la huella que había dejado en su vida el tiempo que vivió en Camboya, su rostro se iluminaba cada vez que se le contaba algo de allá. Al despedirse nos dijo en lengua Khmer “yo fui muy feliz en Camboya hermanas, con ustedes, con la gente, con todo lo que hice, mi corazón fue feliz y sigue feliz por esa experiencia que yo tuve, no lloren que yo soy feliz”.

Antes de morir, Yansuk pidió a Guesun, su amiga de Sopra, que una vez cremado su cuerpo, parte de sus cenizas fueran enterradas debajo de un árbol de mango sembrado en la casa de las hermanas. La razón que dio fue, “porque si hay una oración noble, en la que creo es la oración de las hermanas de Poipet” Y así ha sido, las cenizas de Yansuk están en nuestra casa, debajo de un árbol de mango. Y su tumba se ha convertido en un lugar de respeto y oración. Las hermanas y algunas personas que la conocieron y la quisieron, hoy rezan ante ella. Creemos que tú, Yansuk, sigues fecundado la tierra de Poipet, gracias por tu testimonio de vida, te queremos y siempre te llevaremos en el corazón.


La Comunidad de Poipet

Mercadillo Solidario


Como todos los años hemos tenido EL MERCADILLO SOLIDARIO, que vamos ya haciendo unos años.

Para nosotras Laicas y hermanas de la Compañía Misionera, es el puente que nos une con nuestros hermanos de misiones. Cada año la llegada de estas fechas nos recuerda las necesidades, que tantos hombres, mujeres y niños están padeciendo y que con un poco de esfuerzo de cada uno de nosotros podemos ir aliviando.

Es muy consolador ver a tantas personas que año tras año vienen, ya no tanto para comprar, las muchas cosas atractivas que nos envían de la misión, sino para su contribución a esos pequeños proyectos, que tanto ayudan a los hermanos de esas tierras, para que vivan un poco mejor y les ayuden a vivir sus necesidades esenciales.

Hoy a través del Puente Misionero queremos agradeceros vuestra generosidad de cada año y deciros de corazón Gracias a todos y todas, pequeños y grandes.

           ¡QUE DIOS OS BENDIGA!

miércoles, 15 de octubre de 2014

RENACE LA ALEGRÍA


 El tema en sí es sugerente, vivimos a ritmos acelerados, acontecimientos de toda índole, situaciones al límite, todo un panorama donde a penas queda tiempo para pensar lo que nos mueve interiormente.
 

 Sí, expresamos manifestaciones de alegría cuando recibimos una noticia agradable, cuando nos han reconocido por algo, cuando hemos hecho un buen trabajo o una buena acción, pero, en definitiva, cuando las “cosas” nos van bien.
 

 Nuestro comportamiento responde a esa mentalidad dual, que está programada para decidir lo que es bueno o malo, bonito o feo, lo que nos da la alegría o lo que nos pone tristes, mentalidad que todo lo domina y lo posee, siempre ahí, pegada a la conciencia obsesiva de convicciones.
 

 Por eso es necesario llegar al fondo de uno mismo, del propio ser y de la propia interioridad para recuperar la identidad de lo que somos como hombres y mujeres y como discípulos y seguidores de Jesús, comprometidos en la construcción del Reino de Dios como Buena Noticia para los empobrecidos.
 

 Solo desde ahí, puede brotar la alegría que es el signo de que hemos sido tocados por esa buena noticia de la felicidad que sentimos y experimentamos desde esa unidad con Dios y con todo lo que nos rodea. En éste día del Domund todos los discípulos y discípulas del Señor estamos llamados a cultivar la alegría de la evangelización. Por eso podemos proclamar como dice el Papa Francisco ¡NO NOS DEJEMOS ROBAR LA ALEGRIA EVANGELIZADORA! “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por El son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesús Cristo siempre nace y renace la alegría” (exhort. Ap. Evangelii gaudium, 1) 

IX Asamblea General

La Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús, celebró su IX Asamblea General en Madrid del 30 de Agosto al 30 de Septiembre con el lema: “la Misión de Jesús nos renueva”.

¿QUE ES UNA ASAMBLEA GENERAL?
Es un acontecimiento muy importante para toda la Congregación. Es como hacer un alto en el camino para MIRARNOS, es decir ver cómo estamos, las dificultades y los retos que tenemos que afrontar y EVALUAR nuestro caminar, si somos fieles a nuestro Carisma y si nuestro actuar responde al hoy y a los signos de los tiempos.


¿QUIENES PARTICIPAN? Las representantes elegidas por las hermanas de las distintas regiones donde está presente la Congregación.


¿PARA QUE SE HACE UNA ASAMBLEA? El objetivo es orientar el futuro que queremos para la Congregación y según su Carisma.


¿CUAL ES SU MISION? Su misión consiste en acompañar, ayudar y animar a todas las hermanas a poner en práctica las nuevas orientaciones que se han visto para la marcha de la Congregación.


Después de realizar ese trabajo se hace la elección del nuevo Gobierno de la Congregación que se encargará de orientar y encaminar los objetivos trazados por la Asamblea General.
 

Podemos decir que un período termina y otro nuevo comienza pero el trabajo es de TODAS y de TODOS los que compartimos y participamos del carisma de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús en la Misión de Jesús.
 



El día 26 de Septiembre se hizo la elección del nuevo Gobierno de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús para el próximo sexenio.
 

Las personas elegidas fueron:
Superiora General: Francisca Picón Zambrana (española)
Vice Superiora General: Carmen Cardoza (peruana)
Consejeras: Natalia Moratinos, (española), Carolin Macwan (india), Jacinta D’mello (india)

 

Desde el Perú (San Lorenzo)

Les contamos algo nuevo que está naciendo y es la conformación del grupo de Laica/os de la Compañía. Lo sentimos como fruto del Espíritu porque fue a raíz de Pentecostés. Aprovechando la inquietud de uno de los profesores del Internado de conocer la Consagración al Corazón de Jesús porque era el mes de junio y ya próxima nuestra fiesta, convocamos a una reunión donde invitamos a otros profesores y profesoras. También a Melvy que se encontraba justo por acá cumpliendo con su trabajo de salud y a Bety, la enfermera que a su vez, trajo a una amiga.
 

El encuentro resultó de lo mejor. Participaron haciendo preguntas que manifestaban interés por conocer nuestro Carisma. Melvy, como laica de la Compañía habló de su experiencia. Algunas personas hicieron mención a lo que habían escuchado y recibido de las hermanas que a lo largo de los años pasaron por acá. Fue gratificante.
 

Así que de ahí brotó el acuerdo de reunirnos mensualmente para seguir conociendo el Carisma de la Compañía. ¿Qué más podíamos desear?

Mercadillo Solidario

Como todos los años, ya está cerca el Mercadillo Solidario, donde ponemos a la venta productos artesanales de nuestras misiones.

Todo el dinero recaudado se destinará a nuestros proyectos en las misiones.

Si estas Navidades quieres regalar solidaridad, te esperamos. 




Sábado 22 de noviembre de 16 a 20h y

Domingo 23 de noviembre de 10 a 14h







Lugar: C/ Estocolmo,9 (Madrid)

Acceso por carretera: salida 12 de la M-40
Metro: Estadio Olímpico (L7), Las Musas (L7) y Las Rosas (L2)
Autobús: 38, 140, 153 y E2

jueves, 3 de abril de 2014

MARIA, LA VOZ DE ALARMA, QUE ANUNCIA AL RESUCITADO

La lectura del Evangelio del Domingo de Pascua (Jn.20,1-9), nos anuncia que Jesús ha resucitado!. Presenta a una mujer, María Magdalena, que será quien dé la “voz de alarma” a los discípulos, de lo ocurrido ese primer día de la semana…

Llegando al sepulcro, María vio que la piedra de entrada está removida…”, intentando visualizar el momento, me preguntaba, ¿porqué cuando llega al sepulcro y vio la piedra de entrada que estaba removida, no entró?, Al contrario, salió corriendo. ¿Por qué pensó que habían sacado el cuerpo del Señor y no sabían dónde lo habían puesto?.

Dejando a un lado lo que digan los exégetas, pienso que como mujer, María, debía estar aturdida. Por un lado estaba lo ocurrido los días pasados, el sufrimiento, el dolor de ver que la persona que más amaba, la persona que le había dado un sentido a su vida ya no estaba, pero por otro lado estaba el vacío de su presencia. La vida sería distinta a partir de ese momento…

Conjugar los sentimientos que afloraban en ella en ese momento era un reto, el reto de seguir siendo ella misma o aferrarse a un pasado, que ya nada tenía que ver con ella. En realidad María ya había sido salvada, ya había experimentado lo que es la liberación, por eso María no entra para ver lo que intuía, que no encontraría nada, pero necesitaba que otros, lo confirmaran con ella. La primacía del descubrimiento de la salvación que Jesús traía, venía a ser proclamado por María, una mujer que ya había experimentado la salvación, al dar la voz de alarma, anunciaba que algo nuevo estaba ocurriendo.

Decir que Jesús ha resucitado no es contar lo que pasó el día de Pascua, es haber experimentado esa salvación y liberación. Es haber sentido el palpitar del corazón del otro. Ese demorarse en el otro, no por las sensaciones que nos produce, sino por amor, por el aprecio a su persona y por la valoración de su vida y de su lucha. Esa salvación no es exclusiva de unos pocos, al contra¬rio es una noticia para todos y para todas, sobre todo para los más pobres. Es una realidad que se da aquí y ahora, pero como María Magdalena, hay que tener ojos de fe para VER. El amor y la vida son frágiles. Su fuerza invencible viene de la ternura con la cual los rodeamos y los alimentamos siempre.


¡¡ QUE TENGAMOS UNA FELIZ 
PASCUA DE RESURRECCIÓN!!

Camboya - Una llamada inesperada...

Era día viernes cuando la hermana Gomi recibió una llamada tan desconocida como inesperada. Preguntó quién era y cuál fue su sorpresa: al otro lado estaba un monje de la Pagoda cercana a nuestra casa. Hablaba un inglés perfecto y su llamada se debía a una solicitud. Había sabido, por su madre, que nuestros niños de la Guardería Infantil y de la Parroquia sabían bailar muy bien y pedía que fueran a actuar a la Pagoda. Todo tiene su explicación. 

  En el mes de octubre el pueblo camboyano celebra la fiesta del “Pchum Ben”, es el recuerdo de sus antepasados difun­tos. La fiesta en sí son 3 días pero las celebraciones comien­zan dos semanas antes. La gente visita las Pagodas llevando comida, fruta, flores, incienso o velas para ofrecer a los mon­jes como intermediarios entre sus difuntos y ellos. Durante estas dos semanas los alrededores de las Pagodas se con­vierten en algo parecido a un recinto ferial. Hay puestos de recuerdos, de chucherías, bebidas, de tiro que según la pun­tería te llevas o no un regalo, colum­pios, o norias don­de los niños dis­frutan. También montan un escena­rio para actuacio­nes y lo más nor­mal es que haya música, cantantes o cuenta-cuentos.

  La madre de este monje le aconsejó que pidiera a nuestros ni­ños para variar un poco el espectáculo. Y así fue. Gomi se puso las pilas, corrió la noticia y los niños acudieron felices vién­dose ya como pequeños artistas. ¡Y la verdad que lo son!.

  Fueron dos días maratonianos: ensayar los bailes, arreglar vestuario, organizar con los monjes el evento…Todos colaboraban: los jóvenes de la Parroquia, el comité Parroquial, los padres de los niños… pero sobre todo Om Tom nuestra más antigua líder del Comité parroquial.

  No solo en su casa se vestían y maquillaban los niños sino que dio de cenar a todos los que se acercaban. Ella nos explicó que los niños, con la emoción, no habían regresado a sus casas a comer después del último ensayo de la mañana, y tenían hambre.

  Como eran muchos nos dimos cuenta que apenas un par de cucharas de arroz les tocaba… pero ella tuvo el gesto generoso y los niños quedaron satisfechos.

  La actuación comenzaba a las 7:00 de la tarde. Allí estábamos todos…padres con sus hijos, caras sonrientes y conocidas, saludos de por aquí y por allá como sintiéndonos todos “importantes” y no era para menos pues la verdad es que de un hecho como este no hay precedentes… Nosotras fuimos recibidas por los monjes y nos colocaron en la mesa presidencial con el Master (como el su­perior de los monjes) y sus consejeros… Una de nuestras profesoras de la Guardería hacía de presentadora. Nos presentó como religiosas de la Compañía Misionera, el trabajo que hacíamos…etc. y a nuestros niños. Todos estábamos allí como Iglesia Católica…  

Comenzó la actuación con la danza de bendición. A los niños le salieron los bailes bordados, ¡con qué gracia y naturalidad se movían! La gente quedó encantada ¡y nosotras no diga­mos! Aquí vale recordar lo que una de nuestras profesoras de la Guardería Infantil dijo en su día: “Nuestros niños son famosos… lo que pasa es que no los conocen”. Pues bien, este día su fama quedó divulgada…

  Al terminar la actuación nos hicieron subir a todas al esce­nario con los monjes, y el Master nos agradeció la colabora­ción. Ya antes, y de diferentes maneras nos habían dicho que debíamos ayudarnos unos a otros en favor del pueblo… Nos prometieron visitarnos y conocer nuestros trabajos, y así lo hicieron a los pocos días… Les recibimos en nuestra casa y les informamos de todas nuestras actividades. Pasaron luego a ver a nuestros niños de la Guardería Infantil…

  En fin que con todo esto se ha creado unas relaciones cerca­nas y de ayuda mutua que podíamos decir: ¿“una llamada in­esperada que invita a una llamada al dialogo inter-religioso?” Podemos decir que sí en las formas y signos sencillos dentro de nuestra realidad.

  Estos signos ya se están dando. Los monjes van a colaborar en nuestro proyecto de apoyo a profesores de las escuelas públicas dando unas charlas. Nosotras ayudamos a familias y niños pobres que ellos nos indican que están en extre­ma necesidad…

  Desde entonces el monje nos invita a todos los eventos que celebran y nosotras procuramos ha­cernos presentes, de esta manera vamos también entendiendo y conociendo un poco más, en la práctica, de las tradiciones budistas.

La Comunidad de Poipet

Desde Colombia: GUAPI

Al Grupo de Laicas de la C.M.S.C.J.  

Reciban un saludo de paz y bien en el Señor Jesús. 

El grupo de laicas de la Compañía Misionera del Municipio de Guapi, nos encontramos reunidas para realizar el retiro espiritual y clausurar y evaluar nuestras actividades de este año lectivo. 

Estuvimos reflexionando con el tema “Escuchar a Dios en el Silencio de la Creación”, aquí estamos ubicadas a la orilla del río, la naturaleza se respira aire puro, se escucha el canto de las aves, los grillos, las chicharras. Es por eso que quisimos compartir con ustedes esta bella experiencia de fe y amor y la experiencia profunda de dios en la creación. 

Además les contamos que durante este año realizamos muchas actividades para llevar a conocer a Jesús, y hacer sentir un rato agradable a muchos que están tristes. 

Hemos acompañado a los presos en días de su fiesta de la Merced y el día del Padre como la mayoría son hombres. También hemos visitado a los pueblos y celebrado con ellos Pentecostés y el día de la Madre. 

Queremos que Vds. compartan con nosotras sus experiencias realizadas y así podamos estar más unidos para aprender mucho más unos de otros. Muy unidas en el Corazón de Jesús y en nuestras oraciones.  Un abrazo muy fuerte a cada uno y cada una.  

Laicas de la C.M. de Guapi