martes, 10 de abril de 2007

¡ Pascua !



Después del invierno sentimos el gozo del renacer de la vida en la naturaleza que nos rodea. Junto a las hojas de los árboles que cayeron, también cayeron las hojas del almanaque de nuestra pequeña historia y de nuevo nos encontramos en PASCUA. ¿A quien buscáis? ¡No está aquí! Sepulcro vacío, estupor, desconcierto, y luego gozo y alegría compartida entre amigos. ¡Está vivo! ¡Ha resucitado!
Nosotros necesitamos escuchar noticias de vida, sin embargo nuestros ojos y oídos perciben gritos doloridos, muerte, muerte, muerte.
Y parecería que este mundo estuviera abocado al fracaso. Muere la naturaleza, la estamos matando dicen los expertos del medio ambiente; se extinguen especies de animales, nos dicen también.
Y cada día se rompen más vidas humanas: mujeres jóvenes y menos jóvenes rotas por las manos criminales de hombres posesivos. Y en el asfalto de la carretera quedan sin vida jóvenes ávidos de libertad.
Se rompe también la vida de tantos niños… víctimas del egoísmo y la falta de solidaridad. Pero existe otra lucha… la vida contra la muerte desde el día en que Cristo la venció.
El ha dicho, “Yo soy la vida” la dio libremente por la vida del mundo. Por eso percibimos también signos que son semillas de vida, de esperanza e ilusión en los que luchan por conseguir un mundo mejor. Y este mundo cambiará si cada uno de nosotros cambia.
Estas semillas están en las manos de todos los que viven los valores universales de igualdad, solidaridad, justicia, amor, verdad… y los que con su vida trabajan para hacer un mundo mejor. Formando parte en esta utopía están Gomi, Paqui, Carmen, y Pati, viviendo con su entrega total y generosa fuera de sus propios países, la fraternidad universal. Así como el grupo de laicos de la Compañía Misionera que también participa con su entrega en el trabajo y vida familiar. y en hombres y mujeres que se agrupan en ayuda de inmigrantes , discapacitados, disminuidos, marginados …
Todas estas semillas florecerán y estarán ya dando fruto de solidaridad, salud, justicia y fraternidad. Porque El dijo “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.
Josefina Nieto

Para Dios y por Dios


“No hay vida religiosa sin consagración a Dios. El religioso, la religiosa, son consagrados para Dios y por Dios.

Son consagrados para Dios, es decir, se entregan al cultivo de la experiencia del Dios descubierto en los hermanos y presente en el dinamismo de la esperanza que busca liberación de las opresiones de todo orden.

Esta consagración implica reservarse para Dios sin restricción alguna: ya no quieren pertenecerse a si mismos, sino a Dios y a los demás; desean ponerse al servicio del designio de Dios en este mundo. No es abandono ni aislamiento ni huida del mundo, sino sumergirse en el mundo hasta encontrar en él a Dios. A este Único y Necesario es al que se entregan y consagran.

Pero el religioso, la religiosa, son además consagrados por Dios. Dios llama a las personas y las consagra para una misión en el mundo. Dios las saca del mundo para atraerlas más radicalmente al interior del mundo, con la misión de representarlo, servirlo en los demás y ayudar a construir su reino. Es el carisma religioso, que significa ser consagrado por Dios para la causa de Dios, que se identifica con la causa del ser humano.”

(Leonardo Boff en “Vida según el Espíritu”)






Después de muchos años de preparación y de experiencia en misiones, Patricia Blasco, Carmen Cardoza y Gomi Gamit han hecho realidad esta consagración definitiva a Dios y por Dios, pronunciando sus votos perpetuos, las dos primeras en Perú y la tercera en India. Fieles a su vocación misionera no se han quedado en sus países de origen sino que están en activo en otras misiones.


Patricia Blasco es peruana y desde hace cuatro años es misionera en el Tchad.

Carmen Cardoza, es también peruana, y su misión es en Camboya.

Gomi Gamit es india y ha sido destinada a la misión de Camboya donde se ha incorporado recientemente.

Damos gracias a Dios por haber escogido y enviado a estas tres hermanas y le pedimos que les de siempre su gracia para vivir plenamente su consagración a El y a la construcción del Reino.

Ana María Tarinas

Educar a una mujer es educar a un pueblo



La primera vez que escuché este refrán o dicho, fue en África, en la República del Congo, donde he vivido los últimos 13 años.
Me di cuenta de que este refrán expresaba una verdad y un desafío: la mujer, en toda sociedad africana es como un pilar, ella es la que lleva el peso de la familia y de los hijos, ya sea en lo económico como en lo educacional. Sobre ella recae la responsabilidad de la buena marcha de la familia, del clan, del pueblo y por consiguiente de la sociedad.
Según esto y después de haber visto el país completamente destruido por tres guerras civiles sucesivas, comprendí la urgencia de INVERTIR EN LAS PERSONAS, concretamente vi la necesidad de formar a la mujer para que fuera ella la protagonista de su propio crecimiento y desarrollo. Comprendí también que, lo que se invierte en la educación y formación de la persona es lo que permanece, lo que ninguna guerra ni situación, por muy dolorosas que sean, podrán arrebatarles, porque la educación llega a formar parte del propio ser de la persona y eso sólo desaparece con la muerte.
Fue así como en mi tarea misionera, uno de mis objetivos se centró en ayudar a la mujer africana, en formarla, puesto que es sobre ella que recae la responsabilidad de educar a su pueblo. Con este fin, creamos con algunos amigos de España, un "Grupo Solidario" que durante años lleva financiando becas de estudios para formar enfermeras, maestras, peritos agrónomos, periodistas, administrativos. Hoy, yo estoy en España, preparándome para ir a una nueva misión, mientras que ellas, siguen allí en la brecha, trabajando por su pueblo.
En mi tarea misionera, otra de mis preocupaciones han sido los niños y jóvenes ya que son ellos los que están llamados a ser el futuro de la sociedad del mañana. Por ello, INVERTIR EN SU EDUCACION siempre me pareció de una gran necesidad y urgencia a las que hemos intentado ir respondiendo. Pusimos en marcha un proyecto educativo en un barrio muy pobre de la periferia de Brazzaville, donde se acogen niños de entre 4 y 12 años, que están recibiendo hoy una educación integral que les permitirá mejorar su calidad de vida y responder a los desafíos que su propio pueblo les presentará.

INVERTIR EN LAS PERSONAS, en su educación y formación a todos los niveles, ha sido para mi el medio más seguro y fiable de colaborar al desarrollo humano sostenible del pueblo africano y de aportar mi granito de arena en esa apasionante tarea de ayudarles a ser ellos mismos y a crecer en su propia dignidad.
Esta es mi experiencia que hoy he querido compartir con todos pensando que quizás le sirva a alguien escuchar como nos las arreglamos los misioneros para, DESDE NUESTRA FE, y junto a otros hermanos, CAMBIAR LA SITUACION EN LA QUE NOS ENCONTRAMOS Y HACER QUE EL MUNDO SEA UN POCO MEJOR PARA TODOS
Paqui Picón

En Camino


Estrenamos esta nueva sección con fuerza y muchas ganas. Si estás vinculado a la Compañía Misionera, seguro que algo de nuestro trabajo ya conoces.

¿Quienes somos? ¿Qué hacemos? Qué queremos..”

Somos un grupo de laicos unidos a la Compañía Misionera, nos reunimos un sábado al mes en casa de las hermanas. ¿Nuestro Objetivo? Compartir un compromiso, un proyecto común donde cada uno desde su identidad y opción de vida pueda seguir con fidelidad su compromiso misionero.

Los tiempos están cambiando, la presencia de los laicos en la Iglesia es hoy más que nunca signo de fe y esperanza.

El compartir nos ayuda nos une y enriquece a todos.

Nos sentimos llamados a trabajar juntamente con las hermanas con un mismo carisma, en una misma forma de hacer, que nace de la experiencia del amor de Dios y quiere llegar allí donde más se necesita. Devolviendo a la persona la dignidad que como hijo de Dios le pertenece.

Y ahí estamos, avanzando en esa labor que esperamos sea la respuesta a una llamada interior y convencidos como decía M. Pilar Navarro, fundadora de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús que “Cuando Dios lo quiere”… Sus proyectos se hacen realidad.

El grupo