El Papa Francisco en su reflexión con motivo del Domund nos dice:

El seguimiento de Jesús, responde a la llamada a tomar la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus gestos de servicio y de amor, a perder la vida para encontrarla.

La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo.
En el mandato de Jesús: “id” están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de la vida;

Dentro de esta compleja dinámica, nos preguntamos: “¿Quiénes son los destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?” la respuesta es clara y la encontramos en el mismo Evangelio: los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son despreciados y olvidados.
La pasión del misionero es el Evangelio
Celebremos este día con la responsabilidad de quien se sabe
parte de esta humanidad que necesita amar y ser amada