sábado, 22 de octubre de 2016

DOHA, LA NIÑA QUE AHORA SONRÍE Y HABLA - TAZA (MARRUECOS)

Mis queridas hermanas,

Me gustaría compartir con ustedes una historia que ya nos ha pasado varias veces en estos últimos tiempos. El Señor se vale de nosotras para realizar cosas que Él quiere, y nos encontramos metidas en ello, sin saberlo ni esperarlo. Aquí está la historia.

Un viernes, en el mes de Febrero, una muchacha, Mounia, que trabaja en la Escuela de Enfermería de Eveline, nos invitó a su casa a comer cuscús. Nos vino a buscar…, llegamos a la casa…una familia numerosa, muy agradable…, y mientras esperábamos, vino a saludarnos una de las hermanas que llevaba una niña de un año en los brazos. Nos llamó la atención que la niña estaba como triste, y su carita tenía un color enfermizo, y no consintió que la cogiéramos, a pesar de todos los intentos de Eveline, pero no le dimos mayor importancia porque seguidamente vinieron otros de la familia y nos olvidamos…comimos el cuscús y disfrutamos del rato, y nos sentimos muy bien, porque la familia es muy amable y acogedora. Al día siguiente cuando Mounia hablaba con Eveline en la Escuela, le comentó, que a la niña: Doha, que es la alegría de la familia, le habían descubierto una grave enfermedad en el corazón y que vivía con una medicación muy fuerte y costosa que le pagaban entre todos los hermanos, que la única solución era una operación urgente, pero como su medio económico es muy bajo (el papá de la niña trabaja en la limpieza de una casa), no la podían realizar, y la mamá ha tenido que dejar de trabajar para atender a la niña.


La familia estaba atónita con todo esto, porque ellos no nos habían pedido ayuda ni conocían ésta posibilidad.

Mandamos el Dossier a Rabat con fotos de la niña. Tardaron unos días, los médicos de la Fundación para estudiar el caso y dar una respuesta. De todas formas como no sabíamos lo que iba a pasar, escribí también a la Asociación Infancia Solidaria de España, presentándoles el caso y mandando el Dossier de la niña, y dicho sea de paso, tanto la Fundación Petits coeurs como la Asociación Infancia Solidaria, nos mandaron al mismo tiempo, una respuesta afirmativa, nos inclinamos por la Fundación de aquí para evitar el viaje a la pequeña y en unos pocos días, les dieron la cita en el hospital universitario de Fez , donde hay muy buenos especialistas, siempre hubo un poco de problemática con los papeles de la niña, pero al final, la hospitalizaron y estuvieron preparando a la niña casi tres semanas, antes de realizar la operación. Rezamos mucho, mucho por ella, nosotras y toda la familia, que constantemente nos enviaban fotos e información del proceso (la mamá se fue a Fez con una hermana para que la apoyara y está fue la comunicadora). Hasta que un día la entraron en el quirófano, donde estuvo muchas horas, y cuando salió con unas gafas que le tapaban la carita, el oxígeno etc. etc., la mamá pensaba que le traían a la niña muerta, menos mal, que otra mamá, compañera de cuarto, le explicó que su hijo también había salido en esas condiciones después de la operación, y que ahora ya estaba bien, entonces la mamá se tranquilizó.

Doha, estuvo más de una semana en cuidados intensivos, el color de la piel y hasta su fisonomía ha cambiado, y ahora es una niña normal que sonríe y habla, y la familia está feliz. La niña va mejorando lentamente y está bajo control médico, pero ha vuelto a ser la Doha de antes, centro de toda su familia, que la quiere muchísimo.

Como veis, sin buscarlo, a través de nosotras se ha realizado esta operación, y damos muchas gracias al Señor por ello y a todas las personas de la Fundación Petits coeurs que de una forma u otra han participado en ello. ¡Que mi Dios las bendiga!

Un abrazo muy fuerte para cada una, con todo nuestro cariño y oraciones,

Olga