viernes, 4 de diciembre de 2009

¿Es buena noticia hoy?


Esta noticia que nos trae el Puente Misionero, no aparecerá como hecho interesante en los medios de comunicación. La televisión no presentará ni hará propaganda de lo bueno que llegó a la tierra hace XXI siglos y que recordamos cada año por estas fechas.

Las calles volverán a iluminarse de colores; los escaparates explotarán de regalos y golosinas que no podrán hace suyos ni los parados, ni las esposas de los parados ni los hijos de los parados, ni los que viven sin techo.


La música y el parpadeo de los fluorescentes no alegrarán los corazones de muchos. Pero nosotras queremos dar LA MEJOR NOTICIA la del nacimiento del Hijo de Dios que se hizo carne en las entrañas de María.


Dice José Antonio Pagola en su libro “Jesús Histórico” que la llegada de Dios es algo bueno. Es bueno para nosotros que Dios se acerque. No viene a defender sus derechos y a tomarnos cuenta si no cumplimos sus mandatos. No llega para imponer su dominio religioso: llega para otra cosa, porque lo que le preocupa a Dios es liberar a los hombres y mujeres de cuanto los deshumaniza y les hace sufrir.


Es por eso que cuando Juan envió a sus discípulos a preguntar a Jesús si era El que había de venir, o debían esperar a otro, Jesús respondió: “Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva”. (Mt. 11. 3-5).


Y cuando Jesús envió a sus discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y dolencia.


El mensaje de Jesús impresionó desde el principio a sus conciudadanos, porque en El, Dios se preocupaba por ellos. Dios no se hace hombre para destruir a los romanos ni aniquilar a los pecadores. Viene para liberar a todos del poder último del mal.


Y Dios está en nuestra Historia: actúa en ella a través de los hombres y mujeres que se comprometen con EL, los ciegos ven, los cojos andan y el mensaje de estos hombres y mujeres que es el mensaje de Jesús, genera una alegría grande entre los pobres y los sencillos, gente sin prestigio, sin seguridad material pero se saben hijos amados por Dios. Jesús felicita a sus seguidores porque están experimentando junto a Él lo que tantos personajes grandes de Israel esperaron pero nunca llegaron a conocer: Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis.” Porque yo os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver, pero no lo vieron y oír lo que vosotros oísteis pero no lo oyeron.”


Y nosotros que hemos oído “Os ha nacido un Salvador id y lo veréis”¿Qué hacemos para transmitir esta BUENA NOTICIA en el entorno en que nos movemos? ¿Cómo reconocemos los malos espíritus para expulsarlos? ¿Cómo abrimos los ojos de los ciegos? ¿Qué pobres tenemos a nuestro alrededor con los que podemos ser solidarios? ¿Qué dolor humano podemos sanar?


Solo si utilizamos el poder de Jesús para luchar contra el mal y salvar lo que haya deshumanizado a nuestro alrededor, estaremos dando la BUENA NUEVA a los demás.


Equipo de Redacción