martes, 17 de diciembre de 2013

Navidad 2013


De nuevo nos encontramos en ese momento del año donde emociones y sentimientos parecen aflorar entre alegrías y tristezas, derroche y sencillez, soledad y solidaridad. A veces, incluso, hace que nos olvidemos un poco de lo mal que estamos para hacernos creer a otros y a nosotros también que es un momento para estar bien, pero, ¿lo estamos?.  Aquí entra esa parte donde la reflexión personal se impone para que cada uno y cada una intentemos responder a la pregunta. ¿Qué buena nueva es motivo de mucha alegría para mí y para mi pueblo?, ¿sabemos reconocer al Dios con nosotros que vive en nuestro pueblo? Si miramos positivamente y tenemos un poco de fe, sí, seguramente que encontraremos muchas buenas nuevas que pasan a nuestro alrededor y que nos hacen creer en el milagro de la Navidad.

Una de las Buenas Nuevas la he encontrado en Pujilí (Ecuador) donde se realizó el VII Encuentro Continental de Teología India y cuyo Mensaje Final dice: 

La Buena Noticia de Pujilí: “Les anunciamos una Buena Noticia para todos y para todas: ¡El Buen Vivir!.  Simbolizada en una Vasija de Barro. El Buen Vivir/ Buen Convivir se manifiesta en no ser perezoso, mentiroso y ladrón; es actuar, soñar, reconstruir la Vida misma; se trata de una radical apuesta por la Vida Plena y Abundante, para todos y para todas, no sólo para unos cuantos. Nos muestra el horizonte de nuestras luchas hacia una vida digna y justa. Esta herencia milenaria nos une en un proyecto común desde la diversidad de nuestros pueblos; es para quienes vivimos y cohabitamos este hermoso planeta”. Así también nos lo exige el mismo Jesucristo: “He venido para que tengan vida y vida en abundancia” (Jn 10,10) 

Este es nuestro clamor y nuestra palabra esperanzadora para toda la humanidad. 

Y recogiendo las palabras de Francisco I: “No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura”, “emprendamos un camino de amor y confianza en todo el mundo”. ¿A qué nos compromete esa llamada a emprender un camino de amor y confianza en todo el mundo? Es una llamada a expresar, encarnar, compartir, celebrar el regado de la vida y transmitirlo. Es una llamada a comunicarnos, a profundizar la relación o a corregir relaciones indebidas –aquellas que niegan, distorsionan o impiden que surja la dignidad humana-, mientras nos hacemos volver mutuamente al poder de la persona. Estamos llamados a viajar de este modo, a permanecer en y con este poder radicar del Amor. 

El camino está trazado… QUE TENGAMOS UNA ¡FELIZ NAVIDAD! 

Las Buenas Nuevas

La mujer que había dado a luz en un autobús (desde Marruecos) 


Gertrude, nos comparte el encuentro que tuvo con una joven nigeriana que había dado a luz en un  autobús.

“Llegó al hospital donde yo trabajo, muy asustada, con toda la ropa sucia y llena de sangre..., y sin tener con qué cambiarse..., y así, corriendo, le llevé todo lo qué le pudiera servir.

Buscaron ropa de bebé y la mamá, le limpiaron la sangre y le ofrecieron comida..., pero no podía hablar con ella porque solo sabía inglés y su dialecto. La muchacha tenía mucho miedo de la policía y de la gente en general..., pero cuando me vio, se puso contenta y se sintió más segura... Yo lo único que la pude comprender por señas fue que su marido estaba en Tánger y que tenia 3 niños ... 

Gracias a Dios, esa tarde vino el P. Mateo de Fez, que habla inglés y que también ha trabajado en Nigeria, y fui con él y con una Hermanita de Jesús al hospital ..., y así nos enteramos que era cristiana católica, que había tenido problemas con su marido y se había ido de la casa, (por supuesto, los dos sin papeles, pero que con la nueva política de Marruecos, ahora , no tienen tanto problema ... porque la policía hace la vista gorda ...), y tiene un hijo de 3 años, no 3 hijos como yo había entendido ... Estuvo cinco días internada en el hospital, luego la llevé a nuestra casa. En nuestra casa comió, se duchó, le dimos una maleta para que metiera todo lo que le habían regalado y le compramos el billete de autobús para Tánger. Allí, la iba a recoger el marido, ya que había hablado con él por teléfono…y se fue tan contenta.”



Acercándonos a nuestros hermanos y hermanas en la cárcel, ayudándoles para nacer de nuevo (desde India)

 

En el contexto de ese título, quiero compartir una experiencia de Pastoral en la Cárcel donde una hermana de la Compañía Misionera trabaja.

A lo largo de estos últimos tres meses, las visitas al Centro de Reclusión para Delincuentes Juveniles han sido una experiencia reveladora.


Es desgarrador escuchar la variedad de historias narradas por los internos que suelen ser chivos expiatorios de las malas tendencias de la sociedad. Están muy afectados con muchas malas inclinaciones y los recuerdos del pasado recibidos de sus padres y la sociedad. Junto con otros dos animadores de la Parroquia de San Andrés, en Mumbai, les visitamos todos los martes pasando la tarde con ellos. Lo único que hacemos es escucharles y acompañarles con cariño en su caminar (de sus sueños rotos y destrozados) con esperanza y optimismo…hacia una ¡vida nueva!

A la luz de nuestro Carisma, este breve tiempo ha sido una experiencia estimulante y de fortalecimiento en el proceso de comunicar la “Buena Nueva” a los marginados y desanimados, en su situación desesperada y desamparada.

Era el 19 de agosto de 2013, que nosotros, los voluntarios de cinco parroquias, celebramos el día de la “Pastoral de la Cárcel” y el día de la “Independencia” en el Centro de reclusión para delincuentes juveniles en Umerkhadi, Mumbai, donde tienen 300 presos. El programa se inició con una oración y luego una canción. Después de lo cual los niños estaban felices de salir al escenario para cantar y bailar. Lo que destacaron del programa fue una “muestra mágica” y “mimetismo” junto con las mascotas y payasos que se ganó todos los aplausos del espectáculo trayendo alegría y sonrisa en sus caras. El programa se concluyó repartiendo dulces y aperitivos a cada uno.

Fue un tiempo bien aprovechado con los más débiles y olvidados, trayendo alegría y olvidando, por un rato, la tristeza y monotonía de su vida ¡Alabado sea el Señor!

Puriel Fernández

Astrid nos comparte su paso por Madrid

Astrid, laica de la Compañía en Perú, nos cuenta brevemente su visita a la Compañía Misionera Del Sagrado Corazón De Jesús en Madrid.

“El pasado 16 de Octubre tuve la oportunidad de conocer a las hermanas y al grupo de laicas de la compañía. Conversamos mucho e intercambiamos ideas, nos comunicamos más que nada sobre cómo llevamos nuestras reuniones, cuál era la metodología y frecuencia de ellas. También les compartí desde cuándo y qué fue lo que me llevó a integrar el grupo, cómo sentí el llamado y lo feliz que estaba de pertenecer y de ser una parte de la compañía Misionera. Todas referimos lo positivo que había sido el encuentro”.

¡NAVIDAD!

Navidad acontece en el camino, en las huellas que entretejen pertenencias que guían el horizonte y que sostienen la marcha. En el camino, calles y plazas, donde acontecen también nuestras luchas populares cuando nos hacemos cuerpo plural por una vida más digna.

Celebro la Navidad porque me evoca lo importante que somos cuando nos abrazamos y del poder que tenemos cuando nos hacemos uno, aún en la distancia de tiempos y lugares.

Celebramos la Navidad porque nuestra fe nos habla de estas cosas nuestras cotidianas en el relato de un niño que nació en el camino y que se hizo pueblo a lo largo del camino. Un niño abrigado en la provisoria solidaridad del camino donde el misterio de la Vida se hace fiesta.  


domingo, 20 de octubre de 2013

Fe + Caridad = Misión

El lema del Domund de este año me parece sugerente por la coincidencia de los hechos, por un lado se clausura el Año de la Fe promovido por el Papa Benedicto XVI y por otro, nos recuerda el 50 Aniversario del inicio del Vaticano II.

Hablar de la fe, como un acto de confianza en el Misterio de Dios que nos rodea y nos envuelve, es un estímulo para que toda la Iglesia reciba una conciencia renovada de su presencia en el mundo contemporáneo, de su misión entre los pueblos y las naciones. La misionariedad no es solo una cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de culturas e individuos independientes, precisamente porque los “confines” de la fe no sólo atraviesan lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer. El Concilio Vaticano II destacó de manera especial cómo la tarea misionera, la tarea de ampliar los confines de la fe es un compromiso de todo bautizado y de todas las comunidades cristianas: “Viviendo el Pueblo de Dios en comunidades, sobretodo diocesanas parroquiales, en las que de algún modo se hace visible, a ellas pertenece también dar testimonio de Cristo delante de las gentes”, según el Papa Francisco.

Hablar de caridad, es, en palabras del Papa, “hacer que resplandezca en nuestro tiempo la vida buena del Evangelio, con el anuncio y el testimonio”. Misión difícil y necesaria cuando sabemos que, de una manera u otra, todos, hombres y mujeres de este planeta, vivimos bajo la amenaza de la vida física y moral de la humanidad. Se habla de cuatro crisis, la crisis moral, la crisis política, la crisis económica y la crisis ecológica. De las cuatro, la crisis moral nos parece la más grave.

Frente a esta situación tan compleja el Papa Francisco añade que “se hace aún más urgente el llevar con valentía a todas las naciones, el Evangelio de Cristo, que es pasión por la libertad y el amor, anuncio de esperanza, reconciliación, comunión, anuncio de la cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación; el hombre de nuestro tiempo necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle. Traigamos a este mundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza que se nos da por la fe”. Entonces sí, nuestra fe en Jesús, nos dará confianza y esperanza y sumaremos vida, alegría, amor, solidaridad, compromiso y el resultado serán esas comunidades de vida que viven a la luz del Espíritu recreándolo todo. Una nueva humanidad renacerá y hará todas las cosas nuevas.

Si sumamos todos, también, por qué no, podemos creer que un nuevo mundo plural y digno para todos, es posible.

Buenaventura



Queridas hermanas, voy a compartirles sobre el trabajo que realizo y a través de ese compartir conocerán la realidad que se vive en el Puerto de Buenaventura.

Yo trabajo en la Sede Nuestra Señora de la Misericordia de la Institución Educativa Pablo Emilio Carvajal, en el barrio marginal Vista Hermosa, con una población en su mayoría de desplazados. Llevo casi 10 años laborando como docente y un año y medio haciendo presencia evangelizadora como Compañía Misionera en la Capilla que lleva el mismo nombre del colegio, pertenece a la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.

En este barrio está afincado un grupo al margen de la ley llamado la “Empresa”, el jefe de este sector cuando llegó al barrio fue cogiendo a los jóvenes viciosos (que consumen drogas, que venden drogas y ladrones), para formar el grupo, la gente los conoce, hasta el año pasado 2012 recibían pago, pero a finales del año 2012 entro otro grupo llamado “Los Urabeños” al puerto con el objetivo de recuperar su territorio y empezaron los enfrentamientos y persecuciones, lo cual implica ver muertos, escuchar que los encontraron descuartizados. Querían matar al jefe del sector de Vista Hermosa, un día la policía entró al barrio y lo cogió, esta preso y casi para salir. Desde entonces el grupo que quedó está sin cabeza, en consecuencia no reciben pago. Se han dedicado a robar convirtiéndose en delincuencia común en el barrio. Están cobrando vacuna a las tiendas, en las casas, ya no entra el carro del gas, de la leche, la gaseosa porque les han robado. Las señoras que entran con el mercado les piden de lo que llevan, los de otro barrio no pueden entrar y viceversa, es lo que se llama las fronteras invisibles.

Es una realidad compleja, la policía hace presencia pero no brinda la seguridad, la gente dice que no patrullan, que no pueden llamarlos para darles la información porque los delatan ante los delincuentes, no le tienen confianza. Los policías por otro lado afirman que no encuentran colaboración de la población porque cuando los van a capturar los esconden.

Algunos de los jóvenes del colegio y que estaban en catequesis se han ido del barrio por temor a que los cojan, pues los han estado obligando a meterse en el bando, a manera de protección se han ido a otro barrio. Lo último es que están colocando a los niños como informantes (los llaman sapitos).

En el colegio al finalizar el segundo periodo, ya para salir de vacaciones se matriculó a un joven que venía de otro barrio, después por comentarios de algunas personas de la comunidad nos dimos cuenta que estaba en ese grupo.;

La semana pasada paso un caso en el colegio, una de las profesoras estaba recogiendo el dinero de una rifa que se jugaba el mismo día miércoles 4 de septiembre, de pronto recibe una llamada donde la previenen: “profe no salga sola que afuera la están esperando estos muchachos para robarle la plata de una rifa y va porque va, para las que sea”, la profesora asustada nos comunica, en ese mismo momento llamamos a la rectora para que llame a la policía. Luego llamamos a una de las señoras del restaurante escolar para que avise a la policía y nos dice que ya llamó y que no le han hecho caso pues les hacen perder el tiempo porque no les colaboran. Tenían rodeado el colegio y estaban ubicados en todo el trayecto de la salida. La profesora ya no tenía el dinero porque lo sacó del barrio con una persona. Volvió a llamar la rectora para decir que la policía iba de camino y que saliéramos. Salimos junto con los estudiantes, y si estaban algunos, a mitad de camino escuchamos un disparo y aparece la policía y nos acompaña hasta que subiéramos al carro. Luego supimos que el día anterior martes también quisieron robarle a una de las profesoras, hasta ese momento no se habían metido con nosotros, pero desde que ese muchacho llegó se alborotó el avispero y están desatados. Algunos profesores recibieron llamadas ese mismo día diciéndoles: Profe no vaya a entrar que esta gente está ardida porque les aventaron a la policía y más todavía por la tarde entró el GAULA”.

Nos hemos reunido con el Jefe de Zona de la Secretaria de Educación, con Naciones Unidas de Derechos Humanos, la Comisión Justicia y Paz de la Diócesis, contándole lo que sucede en el colegio y en el barrio. La comunidad sabe lo que pasa pero tiene miedo hablar, no hay unidad para hacerle frente, no sienten respaldo, apoyo, seguridad en el estado.

Oremos por esta juventud y esta niñez tan desprotegida, vulnerada por todas partes, tanto en las familias y con las políticas de gobierno tan desigual.
Dios las bendiga.

Charo Cevallos (Buenaventura, Colombia)

Noticias de los laicos de la Compañía

DESDE PERÚ

Nancy Chávez nos comparte el proceso del grupo de Laicas de Lima, desde sus inicios, hace ya nueve años, y recuerda que “el sentido de ser Laica es: la búsqueda de un mayor compromiso con la Compañía”. También dice: “vamos creciendo no solo en número sino en identidad, eso es hermoso, nos permite estar más compenetradas. Desde el año pasado, gracias a Juliana María, quien nos asesora, ha conformado el grupo de Amigas de la Compañía, que permite ver la perseverancia, el grado de identificación con el carisma y la espiritualidad de la Compañía, a partir de ello en la vivencia de un año, se les invita a pasar a la Asociación laical.

Astrid a su edad está muy ilusionada y es la que más tiempo ha dispuesto para estar al servicio de la Misión de Jeberos; por mi parte este año retornaré a Macaya aunque por poco tiempo, para apoyar a Cabi, eso me hace mucha ilusión el año pasado tuve la alegría de reencontrarme con esa comunidad, mirar a tanta gente después de 28 años que no había retornado.

En nuestra comunidad laical, soñamos, compartimos nuestras esperanzas y nuestra vida, ahora ya somos 8 permanentes y del grupo de amigas son como 10 aproximadamente”.


DESDE ESPAÑA

Después de un largo verano nos volvimos a encontrar en casa de las hermanas y como siempre nos sentimos como en nuestra propia casa. Esperábamos con ilusión y muchas ganas este día, el volver a ponernos juntas en presencia del Señor, darle gracias por el paso silencioso por nuestras vidas este verano y cada día, pedirle la fuerza necesaria para ser instrumento de su amor y compartir las alegrías y dificultades que habíamos vivido en este tiempo de separación. Vamos constatando como la vida de cada una va tejiendo un lienzo del que todas formamos parte, cada día un poco más.


Tuvimos la suerte de que María Luisa Picón, que estaba en Madrid de paso, nos pudo contar un poco la vida que las hermanas tienen en Haití, y, como siempre, fue una experiencia muy enriquecedora. Fue un testimonio precioso, con su alegría y sencillez Mª Luisa nos transmitió cómo se puede vivir con el corazón puesto en Cristo y la confianza en la Providencia, “ama, pon la vida en manos de Dios y El siempre responde a través de la generosidad de los demás”. 

Pilar González
Misionera laica de la Compañía

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Quién nos rodará la piedra?

El primer día de la semana, antes que despuntara el sol, María Magdalena y María, la madre de Cleofás, Juana y Salomé, se dirigían al sepulcro con los aromas que habían preparado para ungir el cuerpo de Jesús. Durante el camino iban pensando: ¿Quién nos rodará la piedra de la entrada a la tumba? Pero al llegar, sorprendidas, comprobaron que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida. Al entrar y dilatar los ojos para vencer la oscuridad, buscaron el cuerpo de Jesús y no lo encontraron, no sabían qué pensar. ¡Jesús no estaba, había resucitado!
 

Algo inesperado sucedió esa mañana, la novedad irrumpió y se abrió camino donde todo parecía sellado. La piedra no retuvo la muerte. La muerte fue rodada por la Resurrección. La luz de un nuevo amanecer comenzó. No hay duda, es posible, Jesús, nos ha abierto las puertas. Ya no habrá más piedras en el camino, El es el camino.
 

La Muerte ha sido rodada, pero a nuestros ojos les cuesta ver y nuestros corazones incrédulos siguen encontrando muchas “piedras” en el camino: “piedras” que nos impiden ir más allá de nosotros mismos, de superar nuestros miedos; “piedras” que nos impiden ver al resucitado ahí dónde nos encontramos; “piedras” que nos limitan, nos impiden avanzar, nos cierran el camino; “piedras” que nos roban la esperanza y la alegría.
 

Hoy, todavía seguimos aferrados a esas “piedras” y corremos el peligro de caminar hacia el futuro privados de espíritu profético.





Nunca es tarde para aprender

Un refrán español dice: “Nunca es tarde para aprender”. Estoy de acuerdo con esto siempre que ese aprender venga de la experiencia de la vida, de una vida entendida y vivida como experiencia de un Dios que es compasivo, que tiene “entrañas” y que siente hacia cada uno de nosotros lo que una madre siente hacia el hijo que lleva dentro. 

Pero creer en la compasión de Dios entendida de esta manera, creer que su reacción primera hacia cada uno de nosotros es la compasión, no es todavía una evidencia en mi vida, a mis 60 años de edad. ¿Por qué os digo esto? La respuesta la vais a encontrar vosotros mismos en lo que ahora os comparto, una experiencia que he vivido últimamente en la cárcel de Makala y que me ha ayudado a percibir mejor: cómo es el corazón de nuestro Dios y lo lejos que estoy yo todavía de actuar con un corazón parecido al Suyo. 

Makala es la cárcel provincial de Kinshasa que fue concebida con una capacidad de acogida para 1.500 presos. Desgraciadamente, hoy este centro penitenciario alberga en condiciones inhumanas a 6.100 personas, todos ellos reclusos en prevención y los ya condenados por la justicia también. 

No hace mucho, en una de mis visitas a esta cárcel, se me acercó un preso de edad avanzada y me pidió con insistencia que le ayudara, que me ocupara de seguir su “expediente” que debía estar perdido en algún rincón de una oficina. Me detuve a escucharlo con atención, tomando nota de todo lo que me iba diciendo. Según él, ya había cumplido su condena por un delito que no era grave, pero él seguía allí, olvidado de todo el mundo. Le prometí ayudarle. 
 
Una vez estuve bien informada de su situación, el magistrado encargado de este caso me hizo leer todo lo que un día se dijo en su juicio y me explicó bien la verdad de los hechos. Isara, así se llama nuestro hermano, había cometido un delito muy diferente del que me había explicado a mí aquel día en la cárcel. El delito por el que había sido condenado fue, la violación de una menor. 

Ante mi sorpresa e indignación, el Magistrado me pregunto: ¿A una persona como ésta le está usted ayudando? No supe responderle en ese momento y regresé a casa confundida, con una sensación desagradable de haber hecho el ridículo delante de ese juez, de estar perdiendo mi tiempo y, sobre todo, regresaba enfadada con Isara que era un desvergonzado y que además me había engañado. En aquel momento decidí que no le iba a ayudar. 

Los días fueron pasando y la imagen del Padre del cuadro de Rembland abrazando al hijo prodigo empezó a venir a mi pensamiento, a mi imaginación de una manera muy repetitiva. Comprendí que el Señor quería enseñarme algo. Intuí que debía ser algo relacionado con Isara y me resistía a pararme para comprender lo que el Señor esperaba de mí. 

Al final, me detuve a mirar, a contemplar esta imagen del padre abrazando a su hijo y me pregunté qué habría hecho este hijo durante los años que había pasado alejado de su Padre? ¿Habría también violado a alguien? Ese abrazo del padre, ¿estaría condicionado por lo que el hijo hubiera hecho? Me preguntaba a mi misma en mi interior: “¿Sera verdad que Dios perdona todos nuestros disparates? ¿Todos los pecados? ¿Podrá perdonar también una violación? ¿Será verdad que su compasión no tiene límites? ¿Será verdad que su corazón se mueve solo por la compasión? Y miraba yo en mi interior a ese Padre de la parábola que casi no deja que el hijo le confiese su pecado. Fue entonces cuando me sentí profundamente sobrecogida. 

Comprendí concretamente que Isara no estaba excluido del perdón de Dios y que Su compasión también lo alcanzaba. 

Pensando en el caso de Isara, me sentí cuestionada interiormente al percibir en mí, resistencias para acoger a esta persona, para perdonar y creer en la misericordia de Dios en este caso concreto. Me di cuenta que, el hijo mayor de la parábola del Padre bueno estaba en mí, en mi actitud inflexible y dura, en mi resistencia para acoger la debilidad del hermano sin juzgarlo ni condenarlo. 

En esos momentos intuí que, el ser compasiva era la única manera de empezar a parecerme a Dios, y que el modo de mirar a las personas, a la vida entera, si es con compasión, era el mejor camino, yo diría e l más fiable para irme pareciendo a ese corazón del Padre. 

Esta experiencia de cercanía al corazón compasivo de Dios, fue para mí una llamada a “entrar en casa” para retomar el “expediente” de Isara, (que yo había abandonado) con una actitud nueva, convencida de que Dios solo, desde su corazón compasivo, tiene la última palabra sobre nuestras vidas, debilidades y errores y de que a mí, lo único que se me pide es que sea un reflejo de esa manera suya de ser y actuar: ¡la compasión! Sí, nunca es tarde para aprender! 

Paqui Picón

El VI Mercadillo Solidario, todo un éxito

Querida Familia,
Hace unos meses, en noviembre, tuvo lugar nuestro Mercadillo Solidario VI.
 

Queremos daros las gracias a todos los que habéis aportado tiempo, trabajo, ideas e ilusión en su realización. Comprar productos a los artesanos de los poblados, traernos los productos desde los distintos países, poner precios, preparar el mercadillo, etc. ha requerido el esfuerzo de muchas personas, que de forma desinteresada y con cariño estamos comprometidas en ayudar a los más necesitados.
 

Con  todo esto hemos conseguido un Mercadillo que ha sido un éxito en todos los aspectos: un medio para conseguir ese pequeño aporte de dinero que ayude en las Misiones, y también un espacio donde encontrarnos, conocernos, alegrarnos desde la fe y compartir la Misión. Y así poder escuchar juntos ese clamor de Dios que desde los más pobres nos llama a transformar y construir un mundo más fraterno.
 

Este año hemos recaudado para proyectos 6.184€, sin contar lo que hemos destinado para pagar los productos comprados. Con este dinero hemos ayudado en la compra de un proyector para la Escuela de Hostelería en Matshi (R.D. Congo), de un terreno para una mujer viuda que sostiene a 10 personas, con intención de construir una futura casa en Kinshasa (R.D. Congo), de una fotocopiadora para hacer el material escolar en Bakcthoro (TChad), y la compra de alimentos para ancianos y enfermos en la cárcel de Svay Sisophon (Camboya). Como podéis ver los seis mil euros han dado para mucho.
 

Sólo nos queda invitaros a participar en nuestro próximo Mercadillo, y así experimentar el carisma de la misión de la Compañía.
 

Un gran abrazo de las hermanas y laicas de la Compañía.