viernes, 27 de marzo de 2015

UNA HISTORIA DE FIDELIDAD



Fidelidad es la palabra “clave” que define a Jesús en toda la trayectoria de su vida desde la Encarnación, pasando por su vida pública hasta su Pasión, Muerte y Resurrección. Su deseo implícito y explícito era siempre hacer la Voluntad de su Padre. Tarea que no podía ser siempre fácil, pero en su identidad más profunda no cabía otra cosa de quien ya se sentía y estaba tan íntimamente unido a El.

Hablar de Fidelidad supone el ejercicio de morir, morir al pecado, morir a todas las maldades, matar en nosotros los egoísmos, las envidias, las entregas, las idolatrías de los falsos dioses.
En la Resurrección, el cristiano comprende la grandeza de su fe, de su esperanza, de poner en Cristo toda su fuerza, todo su amor.

Ser cristiano/a es dar testimonio; responder con la propia vida a las llamadas del Reino y denunciar proféticamente la iniquidad del anti-Reino. Responder diariamente, con fidelidad, al Amor de Dios en el servicio fraterno. Es ser coherente con la palabra hecha anuncio y con el anuncio hecho práctica: “Seréis mis testigos hasta los confines de la Tierra” (Hch 1,8). Hemos de ser testigos del supremo testigo, Jesús de Nazaret, proclamado en el Apocalipsis como “El Testigo Fiel”. El vino para hacer la voluntad del Padre, testimoniando radicalmente el amor de Dios. El vino para que todos tuviéramos vida y vida plena. El repitió ante sus perseguidores y todo el pueblo que sus obras daban testimonio de Aquel que lo envió.


Para dar testimonio hemos de renovar, con pasión, con radicalidad, con alegría, nuestro seguimiento de Jesús, en la búsqueda del Reino, en la vivencia del Reino, en la celebración del Reino, en la invencible esperanza del Reino.

 




Una experiencia en tierra musulmana


Tengo una alegría muy grande que quiero compartir con todos vosotros, la experiencia que durante un mes he tenido en esta tierra musulmana de TAZA (Marruecos).

Hay dos cosas que llamaron mi atención desde el principio: la oración y la llamada a la oración.

Cuando llegué pedí que me dejaran un despertador para levantarme a tiempo para hacer mis labores pero no tuve necesidad de ello ya que de todas las maneras me despertaba siempre a la hora de la llamada a la oración e incluso me sentía yo misma motivada para hacer la meditación.
Otra de las cosas que me impresiona son las expresiones que hacen referencia a Dios, por ejemplo “Al- hamdoulilah!” que significa “Gracias a Dios” o  “Incha-Allah!” : “Si Dios quiere”. Estas son expresiones de la fe y la confianza que tienen en Dios y una interpelación para mí del lugar que doy a Dios en mi vida y de la calidad de la confianza, abandono y esperanza en El.

Entre las actividades que tenemos organizadas en la comunidad yo colaboro en la asociación de niños minusválidos donde Olga, otra hermana de la comunidad, trabaja. Ayudo a los niños a trabajar con los materiales que tienen a su disposición ya que al no conocer la lengua no puedo hacer otra cosa por el momento. Es durante ese tiempo que nos comunicamos, ellos a través de las palabras y yo a través de signos y como los niños son tremendamente abiertos y curiosos pues también me hacen preguntas sobre mi identidad y mi vida personal. A veces son violentos entre ellos pero lo que más me gusta es que se quieren y se preocupan cuando alguno está triste.

La profesora es muy amable y atenta con todos y hace su trabajo con amor. Ella me explica lo que hace para que tenga una idea de cómo ayudarla.

Me gusta mucho el ambiente que hay entre los niños y la profesora con éstos. Me siento bien integrada entre ellos y voy aprendiendo muchas palabras que la profesora me va traduciendo. Hay días que vamos a visitar a las familias donde el dialogo interreligioso es puesto en práctica.


Me siento acogida con mucho amor y alegría y a pesar de no poder participar en las conversaciones participo a través de las expresiones de alegría que los miembros de esas familias manifiestan.

Esto es para mí la experiencia de Dios que nos une y nos motiva a sentirnos todos hermanos pero también la calidad de la relación que mis hermanas han ido tejiendo con la gente.

En la comunidad hay un buen ambiente entre nosotras que hace que yo no me sienta nueva a pesar de lo que tenga que aprender. Me he sentido acogida desde el primer momento y estamos atentas y abiertas unas a otras.

Hemos acogido en la comunidad a dos Fisioterapeutas por dos meses que trabajan en el mismo centro de minusválidos donde estamos nosotras.

Desde el punto de vista eclesial en esta zona solo somos tres cristianas, las hermanas, en toda la ciudad, aunque la iglesia de Marruecos está unida y trabaja en colaboración. A veces vienen los Padres a celebrar la Misa. En otras ciudades sí hay más cristianos.

Con motivo del día de la Vida Religiosa, participamos junto con otros religiosos, en Rabat, en un encuentro en el que éramos muchos. Al compartir sobre la labor pastoral y las diferentes experiencias de las congregaciones le he dado gracias a Dios porque a pesar de nuestra labor casi insignificante frente a la mayoría musulmana, ella es “significativa” pues de una manera u otra intentamos formar al hombre integralmente. Es en la presencia silenciosa del amor que Dios continúa su obra en la Iglesia a través de nosotras

He comenzado a estudiar el árabe y ya puedo decir algunas palabras, saludar y desear la bienvenida a alguien.

Gracias a todos por sus oraciones.

Eveline Mulebu

Día de la Compañía

El primer Domingo de Marzo, día de ACCIÓN DE GRACIAS para todos los que vivimos el Carisma de la Compañía, que dejó en nuestras manos la Madre Pilar Navarro, nuestra fundadora, las comunidades de Fiori y Palao celebramos una Eucaristía presidida por nuestro amigo el P. Gastón Garatea, que nos ayudó a profundizar más en nuestro compromiso misionero.


Por la tarde nos reunimos la Comunidad Laical, (después del periodo vacacional) y grande fue la alegría del reencuentro, de casi todos. Fue muy motivador el compartir lo que cada uno habíamos ido viviendo en este tiempo y cómo la Comunidad Laical había sido un acompañamiento fuerte en los momentos vividos.

Juliana María explicó el sentido de la fiesta pudiendo conocer mejor la historia del nacimiento y los primeros pasos que la Madre Pilar, nuestra fundadora, junto con las primeras hermanas fueron dando para formar una Congregación religiosa exclusivamente misionera y a través de un Power Point conocimos más a fondo la historia de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús y la fortaleza de la Madre Pilar y las primeras hermanas de seguir adelante, convencidas que ERA LA OBRA DEL SEÑOR.

Invitamos a nuestra Hermana Mercedes Arroyo, para que explicara como en la IX Asamblea General se elaboró el Documento de LOS LAIC@S DE LA COMPAÑÍA, que en este día tan especial se iba a entregar a cada uno de los laicos. Nos dimos cuenta como los laicos del Perú habíamos dado muchos pasos en este caminar.
Muy emocionante fue la entrega del Documento de LOS LAICOS. Cada laico se acercó a una hermana, para recibir el documento, con estas palabras:

 

“EL CARISMA QUE HEMOS RECIBIDO DE LA MADRE PILAR, LO PONEMOS EN TUS MANOS PARA QUE LO HAGAS VIDA”.