lunes, 12 de septiembre de 2011

La vida siempre se abre camino


¡Cuantas noticias llegan cada día a nuestros oídos y a nuestro corazón!... Son tantas, que ya no tenemos tiempo para escucharlas ni casi capacidad para asimilarlas. Cuando celebramos la Pascua y se nos anuncio una buenísima noticia más importante que las que nos traen los medios.

¡Cristo Resucitó!.. Está Vivo entre nosotros. Está presente en el corazón de nuestra historia, tan conmocionada, como lo ha estado siempre a través de los siglos. Pero éste es “nuestro siglo” y en él, está también Cristo.

Esta historia no será realidad plena sin nuestra colaboración. Hemos de dar esta noticia con palabras, y con nuestra vida. Los amigos de Jesús lo vieron (y aun viéndole dudaban…), escucharon que les decía: “Shalom, no tengáis miedo, soy Yo. ¿Tenéis algo para comer?” ¡Paz!. Les desea “paz” que es alegría, gozo, fiesta, salud… Os doy mi “PAZ”, promesa de una vida mas bella y mas humana que la que viven hoy, en el mundo, tantos hermanos nuestros.

Y con Jesús hemos de estar nosotras/os yendo a comer con ellos, hermanos, tristes, enfermos, pobres, ilegales, prostitutas, presos…

Esto es lo que hacen nuestros misioneras/os. Es lo que hizo Soledad Arellano, hermana de la Compañía Misionera que celebró la vida con alegría y bebió, con los hombres y mujeres de la selva peruana, la copa de vino nuevo del hombre nuevo que Cristo soñó.

Celebremos todas/os la vida, vivamos con la Paz que Cristo nos dejó, ¡SHALOM!

Josefina Nieto