Hace apenas un mes que en el mundo se celebraba el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, una onomástica que además de denunciar los perjuicios humanos y naturales que ocasionan los conflictos armados y que perduran mucho tiempo después de haberse restablecido la paz, sirve también para concienciar a la población de la gravedad de los daños que el hombre ocasiona a la naturaleza.
martes, 11 de diciembre de 2007
Navidad para la Naturaleza
Hace apenas un mes que en el mundo se celebraba el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, una onomástica que además de denunciar los perjuicios humanos y naturales que ocasionan los conflictos armados y que perduran mucho tiempo después de haberse restablecido la paz, sirve también para concienciar a la población de la gravedad de los daños que el hombre ocasiona a la naturaleza.
Somos germen y camino
La hermana Celia |
La Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús ha sufrido en las últimas semanas la pérdida de tres hermanas, Celia, Manuela y Soledad, que han marchado de este mundo dejando tras de sí una enorme labor. Las tres, desde su renuncia a todo, han sabido entregar sus vidas a Dios a través de la misión, donde han permanecido al servicio de los pobres y más necesitados. Desde allí, cada una de ellas ha contribuido a su manera a poner su granito de arena en la construcción del Reino de Dios.
UNA MISION IMPARABLE
«Mi experiencia es que esta enfermedad ha sido el mejor regalo de mi vida, porque me ha hecho colgarme de la mano de Dios. Y sigo colgada. Creo que es la razón por la que puedo compartir con vosotras esta valoración de mi enfermedad. Es cierto que hay muchas cosas que he dejado de hacer, no he podido moverme ni ir a muchos sitios..., pero podéis creerme, todo eso me parece muy chiquito comparado con la vivencia del Señor al que siento tan cerca día y noche. Nada me falta para ser feliz».
Dios no la soltó de su mano. Hace siete meses fue operada de cáncer de tiroides, perdió su voz y su capacidad para comunicarse, todo lo que tenía. Y solamente siguió cogida de la mano de Dios.
SOLEDAD y Mª JESÚS
La hermana Soledad |
Soledad era una persona con muchas cualidades humanas, coherente con su vocación, con capacidad de hacer lo que fuese. Fue por muchos años ayudante en el departamento médico de la Leprosería de Surat (India), al tiempo que se encargaba por periodos de la administración general de la Compañía. Se podía contar con Soledad para cualquier tipo de trabajo, pero lo que más ha impactado de su vida es el cariño que tuvo a los enfermos, a los que siempre quiso y con los que quiso compartir sus últimos días.
Por otro lado, recientemente hemos conocido también el fallecimiento en Lima de la hermana Mª Jesús, una persona sencilla, cercana, abierta a lo nuevo y entregada a los demás que se pasó toda su vida misionera de cocinera en la misión del Nivea. Esta hermana, un verdadero lazo de unión entre todas las demás, no dejó nunca de estar con la gente, siempre con una sonrisa en los labios. Al morir dijo lo mucho que quería a todas las hermanas y que se sentía muy querida por todas ellas. Una de ellas, la que la cuidó durante los últimos momentos, recalca que la vida de Mª Jesús le ha enseñado lo que es ser misionera de la Compañía.
La hermana María Jesús |
Al contemplar a las hermanas Manuela, Celia, Soledad y Mª Jesús, que han sabido dar todo por el Reino, nos preguntamos cuál es el sentido de la vida para nosotros. La vida es un don de Dios, una preparación para la eternidad. La vida no se puede entender como algo individual o independiente de los otros. Es más, la capacidad de vivirla plenamente es optar e interesarse por los que son mayoría en la humanidad, es decir, por “los desheredados de la tierra”, personas necesitadas a todos los niveles. Esta opción por la vida nos dará la capacidad para ser felices, saber vivirla en plenitud y saber entregarla como germen de vida nueva.
Ésta ha sido la trayectoria de estas hermanas que han sabido vivir su vida en entrega a Dios y a los hermanos, pasando por sus luces y sombras en ese camino hacia el Padre Dios.
Carta de la hermana Celia
A mis veintitantos años durante unos ejercicios cuando no tenía ni asomos de vocación oí esta frase: “ la vida solo sirve para darla.” A los pocos meses entraba en la Compañía. Aquella frase, que se me había grabado en el alma, sigue muy viva hoy.
Estos días copiando los ejercicios espirituales del P. Carrasquilla, me encontré una idea que también se me ha quedado grabada: ”Para revelar a Dios, Cristo se nos mete en la vida, se hace un hombre como nosotros”; se hace uno de tantos.
También estos días, y estoy convencida, no por casualidad, he vuelto a escuchar esta frase: “una misionera no se jubila jamás”. ¿Por qué me vino a la memoria esta historia? No lo se.
Pero son estas tres ideas que os he dicho al principio, las que me han convencido, sin una sombra de duda, de que a mis 71 años sigo siendo misionera de la Compañía en activo, con deseos de anunciar al Señor, desde mi situación privilegiada de minusválida, circunstancia que Carta de la hermana Celia me posibilita el ser, como Jesús “ uno de tantos” entre aquellos enfermos.
Y como la vida solo sirve para darla pues pienso, después de las vivencias que os he contado, que el Señor me pide que dé la mía, compartiéndola y siendo uno de tantos entre los enfermos que viven en esta residencia.
Y termino diciendo a todas cuanto os quiero. Agradezco todo lo que me habéis ayudado siempre con vuestra paciencia, cariño, comprensión. No me olvidéis en vuestras oraciones, porque el espíritu está pronto pero la carne es flaca.
Ideas para el perfil del laico/a de la Compañía Misionera
- Tomar claro la opción de trabajar por los más pobres y necesitados dentro del campo o frente que se está desempeñando ya sea en la familia, profesión, grupos y demás.
- Por medio de las hermanas conocer el carisma de la Compañía Misionera y los campos de trabajo donde ellas realizan y viven su vocación misionera.
- Sentir el compromiso misionero de extender el Reino de Dios en la tierra que es la liberación del hombre su obra maestra.
- Entregar parte se su tiempo en formación de grupo ó individual para tener una proyección más eficaz y eficiente en el trabajo misionero.
- Fomentar actividades espirituales y materiales en beneficio de nuestra propia vocación, implicando en ello a otras personas que sienten el deseo de compartir algo con los demás.
Misionera laica de la Compañía en Colombia
Feliz Navidad
amaban la totalidad de la creación,
las estrellas, y el sol, el día y la noche,
la tierra y el agua, y a todos los humanos.
Y dijo Dios: “Eso es bueno”.
Y fue el tercer día del planeta de la felicidad.
Y Dios vio que los seres humanos
eliminaban el hambre,
la enfermedad, la ignorancia, y
el sufrimiento en toda la tierra,
proporcionando a cada persona humana
una vida decente consciente y feliz,
controlando la avidez, la fuerza y la riqueza
de unos pocos.
Y dijo Dios: “Eso es bueno”.
Y fue el cuarto día del planeta de la justicia.
Robert Muller
jueves, 20 de septiembre de 2007
Creo en la esperanza
Estaremos ansiosos buscando cómo ser dichosos y felices sin caer en la cuenta de que la consecución de cosas materiales no llena el alma porque, como decía Santa Teresa, “Sólo Dios basta. El que a Dios tiene nada le falta”. ¿De veras lo creemos?. ¿Por qué, pues, estamos inquietos y agitados incluso durante las vacaciones en que deberíamos estar más sosegados y tranquilos disfrutando de la diversidad de paisajes que nos ofrece la Naturaleza y dando gracias a Dios por tanta belleza creada y por la oportunidad de vivir más sosegadamente aunque solo sea por unos días.
Vivimos tiempos en que lo tenemos más de lo que necesitamos para ser felices ¿Qué falla pues? Sería bueno que al comenzar un nuevo curso reflexionáramos y pusiéramos en orden nuestras prioridades. Echemos una mirada alrededor, al mundo que nos rodea: ¡Cuántas penas y tristezas! ¡Cuánto sufrimiento: Catástrofes naturales, guerras, ambiciones nunca satisfechas, enemistades…! Cuánta soledad en el corazón de algunas personas: ancianos, niños, enfermos, presos, inmigrantes…..Cierto que “la vida entera es un ejercicio de soledad” ya que “la muerte es soledad extrema y la vida es muerte creciente”. Pero hoy día, todos tenemos muy oída la palabra solidaridad. ¿La practicamos de verdad o por el contrario pronunciamos la palabra y permanecemos aislados en la funda-envoltorio de nuestra propia piel ignorando las necesidades, a veces vitales, de nuestros semejantes?
Cuántas escenas de la vida cotidiana nos dicen que personas que viven juntas no están unidas ni se sienten cercanas; de hecho están muy distantes pero hay que guardar las apariencias delante de los hijos, compañeros de trabajo, vecinos…
Por otra parte, la soledad que a veces sentimos, es un ingrediente inherente a la naturaleza humana y, bien canalizada, lejos de atenazar o demoler, puede ser creativa; inspira, une y ayuda a interiorizar y descubrir maravillas a nuestro alrededor.
Con el nuevo curso, vamos a comenzar de nuevo: con ilusión, con amor, con la certeza de que Dios, aun cuando lo ignoremos, está en el centro de nuestras vidas porque “ en El nos movemos, somos y existimos”.
Esforcémonos pro ver los signos de felicidad y esperanza que hay en la vida. El hombre es signo de esperanza en el mundo de hoy.
Lo que hicisteis por uno de estos...
La FUNDACION MARI CARMEN nació del deseo de los padres de Mari Carmen Cobo Arévalo de que su memoria estuviera presente en el corazón de Africa, específicamente en la República Democrática del Congo.
Mari Carmen falleció el 4 de octubre de 2004. Joven, generosa, solidaria, cristiana comprometida, era amiga de varias de las hermanas de la Compañía Misionera y apoyaba muchos de sus proyectos. Sus padres quisieron continuar su obra y el resultado ha sido una fundación en la República Democrática del Congo, que facilitara a las personas pobres y necesitadas el acceder a los medios necesarios para poder estudiar.
La fundación nació en septiembre del 2005 y al empezar el curso 2007-2008 la ayuda llega a 22 estudiantes universitarios, 9 de escuela secundaria y 8 de primaria. En abril de 2006 los padres de Mari Carmen, y dos de sus sobrinas, visitaron el Congo y fueron acogidos con gran alegría por los alumnos y sus familias. Fue un compartir sencillo y profundo que sigue vivo en la memoria de todos. Ellos nos comparten su experiencia.
Españoles en Kinshasa
Nosotros fuimos a vivir a la casa de las Misioneras que amablemente nos ofrecieron. Allí vivimos unas experiencias extraordinarias con ellas. Carolin, a la que consideramos nuestra hija india, Mercedes, las junioras y las jóvenes nativas de la casa de formación a las cuales tomamos mucho cariño, correspondido por ellas. Las nativas no entendían nuestro idioma, ni nosotras el suyo, pero conectamos bien a través del Amor fraterno que allana todas las dificultades.
Visitamos la ciudad de Kinshasa y comprobamos en situ la gran pobreza de allí, pues los salarios son de miseria. Pero lo que más nos impactó fue ver esos ojos de sus habitantes que transmitían vida, ilusión, alegría y agradecimiento a la poca ayuda que se les da para paliar un mínimamente su pobreza. Ellos comen una vez al día y eso el día que pueden hacerlo. Otro aspecto que nos impresionó fue su religiosidad, tienen misas de hasta cuatro horas (un buen ejemplo para los que nos llamamos cristianos en Europa).
Pero para nosotros el cúlmen de nuestra satisfacción fue cuando vinieron todas las familias de la asociación a conocernos y estar en nuestra compañía una tarde, llorando en ocasiones con nosotros, dándonos todo el cariño y agradecimiento hacia nuestra hija Mari Carmen; ella seguirá, si Dios quiere y a través de nosotros y las misioneras, ayudándoles en lo que nos sea posible.
Allí disfrutamos de sus costumbres y folclore participando, yo sobre todo, de sus bailes y tocando el tantán con las jóvenes nativas de la casa. Celebramos nuestro cuarenta aniversario de bodas; el capellán de las hermanas ofició la misa por nosotros y nuestra hija y en la homilía nos obsequió con unas palabras en español que nos emocionaron. Por la noche siguieron los obsequios. Las jóvenes nos representaron un teatro que aunque era en su idioma lo llegamos a entender y lo pasamos bien. Allí vi reír por primera vez a mi marido después de la muerte de nuestra hija.
Tuvimos ocasión de visitar una maternidad a la que ayudaba con gran abnegación y cariño la hermana Carmen, Franciscana, que a sus ochenta años tenía una actividad envidiable. Y el centro de minusválidos que ellos mismos se financian con su trabajo en un restaurante que han hecho con la ayuda de las hermanas de la Compañía Misionera y donde ahora trabaja Rosario Morera.
Para nosotros los días pasados allí marcan un antes y un después en nuestras vidas, viniendo mucho más reconfortados de nuestro dolor. En conclusión, allí nos dimos cuenta que no podemos vvivir en Europa como si fuéramos el centro del universo. Nuestra sociedad está en muchos sentidos envejecida y desilusionada, no podemos estar mirando hacia otro lado mientras en otros sitios del planeta mueren de hambre. Aquí tiene sentido lo que rezamos en le Padrenuestro “danos hoy nuestro pan de cada día”.
Tenemos que estar atentos a aquellas culturas e implicarnos en su desarrollo, seguro que ellos pueden ayudarnos a recuperar la ilusión de nuestra mirada y la esperanza en el futuro.
Signos de Esperanza
Mary D’Penha y Mª Amparo Zaragoza visitan las comunidades de la R.D. de Congo
Misión Compartida
martes, 10 de abril de 2007
¡ Pascua !
Después del invierno sentimos el gozo del renacer de la vida en la naturaleza que nos rodea. Junto a las hojas de los árboles que cayeron, también cayeron las hojas del almanaque de nuestra pequeña historia y de nuevo nos encontramos en PASCUA. ¿A quien buscáis? ¡No está aquí! Sepulcro vacío, estupor, desconcierto, y luego gozo y alegría compartida entre amigos. ¡Está vivo! ¡Ha resucitado!
Para Dios y por Dios
Son consagrados para Dios, es decir, se entregan al cultivo de la experiencia del Dios descubierto en los hermanos y presente en el dinamismo de la esperanza que busca liberación de las opresiones de todo orden.
Esta consagración implica reservarse para Dios sin restricción alguna: ya no quieren pertenecerse a si mismos, sino a Dios y a los demás; desean ponerse al servicio del designio de Dios en este mundo. No es abandono ni aislamiento ni huida del mundo, sino sumergirse en el mundo hasta encontrar en él a Dios. A este Único y Necesario es al que se entregan y consagran.
Pero el religioso, la religiosa, son además consagrados por Dios. Dios llama a las personas y las consagra para una misión en el mundo. Dios las saca del mundo para atraerlas más radicalmente al interior del mundo, con la misión de representarlo, servirlo en los demás y ayudar a construir su reino. Es el carisma religioso, que significa ser consagrado por Dios para la causa de Dios, que se identifica con la causa del ser humano.”
(Leonardo Boff en “Vida según el Espíritu”)
Después de muchos años de preparación y de experiencia en misiones, Patricia Blasco, Carmen Cardoza y Gomi Gamit han hecho realidad esta consagración definitiva a Dios y por Dios, pronunciando sus votos perpetuos, las dos primeras en Perú y la tercera en India. Fieles a su vocación misionera no se han quedado en sus países de origen sino que están en activo en otras misiones.
Carmen Cardoza, es también peruana, y su misión es en Camboya.
Gomi Gamit es india y ha sido destinada a la misión de Camboya donde se ha incorporado recientemente.
Damos gracias a Dios por haber escogido y enviado a estas tres hermanas y le pedimos que les de siempre su gracia para vivir plenamente su consagración a El y a la construcción del Reino.
Ana María Tarinas